martes, 8 de mayo de 2012

Los impresentables del Río de la Plata

En la más reciente de esas micro conferencias de Prensa de parado tan del gusto de los dirigentes políticos uruguayos, nuestro verborreico (1) Señor Presidente de la República soltó nuevamente un brulote (2) indignante.

Víctima una vez más de su incontinencia retórica (esta vez sin ayuda de la segunda A de ANCAP), en respuesta a la mención del procesamiento del Presidente de la Delegación argentina ante la CARP (Comisión Administradora del Río de la Plata) por corrupción, el Primer Mandatario se despachó con un sonoro "En el Río de la Plata somos impresentables".

Tal vez sea el otoño (del Tiempo y del tiempo) que me tiene sensible y en contacto con el pasado musical, puede que sólo sea mi intento de huir del tristérrimo presente gubernamental (en sentido amplio); pero, Inmediatamente de escuchar su enésimo eructo mediático, vinieron a mi cabeza los certeros versos del Viejo Pancho (que maestramente popularizara en los 70' Don Alfredo en "De la lucha"); y también una canción de Luis Miguel.

No rempuje compañero, 'jue pucha ni que anduviera
con dolor en la bastera juyendo del entrevero.
Más despacito, aparcero, que hay piedras en el camino,
¡pucha pueblero ladino! cuando menos se afigura
que pretendo alguna achura de las que le han oferta'o.

Deme por elimina'o del montón de pretendientes
que se han afila'o los dientes pa' prendérsele al asa'o.
Yo no preciso aboga'o ni migas del presupuesto,
porque no ando del cabresto de ningún alto manate,
a mí no me ceba el mate ningún negrito mima'o.

El que es ternero y no bala anda asusta'o y en cuclillas,
pa' él no son las amarillas de las burras del esta'o,
pa' él es el duro reca'o y el Réminton y la lanza
y la bala que lo alcanza pa' que algunos como usté'
venga a contarle después, historias de degolla'os.

Pero yo soy más porfia'o que gallo comiendo tripa,
cuando el trabuco se engripa lo mesmo sigue carga'o.
Más despacito, cuña'o, pa' qué quiero yo ese hueso,
puede ir repartiendo el queso con otros que se lo coman,
yo en el bajo y en la loma, siempre anduve bien monta'o.

No sé tú, Pepe, pero yo, como la enorme mayoría del pueblo uruguayo y aún buena parte de los actuales gobernantes y políticos, no soy impresentable.

Será porque, como la mayoría de los Orientales, soy bien educado y guapo sin necesidad de guardaespaldas, sáquenmelodeacá ni presión sobre los Medios que osen contratar entrevistadores molestos.

Será porque, como la mayoría de los Orientales, no bravuconeo ante asustadizos y/o sobones Tenedores de Micrófonos (3) a los que cualquier belilún empoderado (como el diz que Canciller o Usted mismo con algún tinto de más) corre con el poncho; sino que trato a todo el mundo con un respeto básico que se acrecienta según los quilates que demuestre su destinatario.

Será porque, como la mayoría de los Orientales, no me rodeo de oportunistas conversos
de apuro (
al redoble de las encuestas) a la fe frenteamplista, ni de alquilones, aquiescentes, yesmen o sólo de quienes piensan igual que yo; sino que selecciono mi entorno por su calidad humana, afectiva, ética e intelectual.

Será porque, como la mayoría de los Orientales, a pesar de lo inadecuado de una auto atribución en la que anida una sombra generalizada sobre todos sus antecesores, abrí un crédito ad hoc a un Gobierno que tuvo el impudor de proclamarse honesto; y me escandalizo con CLANIDER, SATENIL, FRIPUR, La Buena Estrella, los negocios alrededor del Plan Ceibal o con casas prefabricadas y libros a Venezuela, muchos etcétera y, hoy, también con lo que se lee en las notas cuyo vínculo electrónico adjunto. (4)

Será porque, como la mayoría de los Orientales de este lado del río ético, acostumbramos a separarnos de los delincuentes; y no a abrazar culebras porque ello puede coadyuvar al éxito de nuestro empeño. por importante que sea.

Esto no es un problema argentino: dejó de serlo ni bien el primer Oriental lo supo. Canciller y Presidente, en lugar de decir la verdad, reconocer cuando se le señala la obvia existencia de un procedimiento aberrante y el fracaso de las gestiones por el dragado del Canal Martín García (una de las muchas patas rengas del irrespetuoso y flechado ciempiés bilateral) y tomar distancia del meollo corrupto, se encocoran con los preguntones y conminan a quien tenga pruebas a
presentarlas en la Justicia Penal.

Pruebas de coima, plumas de Fénix, pendejos de ángel y honestidad intelectual de político en Campaña son de las cosas más inencontrables de nuestra civilización. Como si no lo supieran, en histriónico e hipócrita desborde de poder, los señores gobernantes (que fueron claramente los primeros en saber del tema y en ocultarlo) se las exigen a Prensa y Oposición. ¡Cínicos!

Sólo porque El Observador se enteró en una conversación entre privados el tema tomó estado público. Sin embargo, prolongando concienzudamente la cadena de errores, la Cancillería se toma el trabajo de denostar al Medio y elk Presidente anda dando admoniciones en cámara; en vez de reconocer que no hay dos ni tres temas pequeños que se están resolviendo con buena voluntad de ambas partes ni mucho menos un problema argentino y otro uruguayo.

No se trata del dragado a 34 pies de un canal, del proyecto Barranca de los Loros, cinco años de trabas (cuyo origen se evidencia en la certeza del soborno) sino uno sólo y no es otro que, en en este show barato en que han transformado nuestras Relaciones Exteriores, todo el mundo sabe quién es Chasman y quién Chirola. Y a la dignidad de este pueblo manso pero no bobo ya le arde demasiado como para, además, andar besando al violador. Si los agarra un Psicólogo... ¡otra que Síndrome de Estocolmo!

Yo no tengo razones para dudar de la honestidad personal actual del Presidente, su pelilargo y genuflexo funcionario o el Ejecutivo todo; sólo señalo que no alcanza con no haber agarrado lacoima ofrecida. Eso es elemental, es lo mínimo que se espera de un Servidor Público, al menos en MI país. También hay que denunciar primero al gobierno argentino y luego públicamente la situación, cesar los pagos inmediatamente, forzar el blanqueo de la situación y la entrada de aire fresco y, de pasada, dejar de tirar la plata de los uruguayos en un dragado caro y malo que sólobenefica a los corruptos. En qué gastarla mejor no ha de faltar.

Señor Presidente, señores Ministros, señores Legisladores, señores que aspiran a (u ocupan) cargos de confianza: sé que están sumamente ocupados con la Campaña y un poco con la Agenda gubernamental pero, porfiado como gallo comiendo tripa, me atrevo a ejercer el Derecho de Petición.

Por favor les pido, ruego, suplico, imploro, mendigo, pordioseo: dejen de tomarnos por idiotas. Dejen de tratar de vendernos fracasos fácticos como éxitos estratégicos. Dejen de culpar siempre a los demás de errores propios. Hoy, especialmente, dejen de pegarle al mensajero y, así sea para variar, péguenle una a la realidad.

Si es que, en la flatulenta nube en la que flotan, aún se acuerdan de lo que es.


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1: Verborragia viene de hemorragia verbal, verborrea ... bueno, voçé m'entende.

2: Brulote: Del Francés brûlot, de brûler, quemar.

3: Decirles periodistas es un insulto a la memoria de los que sí lo fueron o son




1 comentario:

arachan dijo...

1.- El credito hace tiempo que se ha agotado y aun los mas mansos estan diciendo basta a esta forma de desgobernar. No basto con las buenas intenciones, el piso no acepta mas empedrados.
2.- Segun la senadora, esposa del presidente, a la que el mismo no se a animado a desmentir, "no basta con serlo tambien hay que parecerlo" por lo que si impone el no mminimizar las supuestas coimas y pasar a la investigacion real.
3.- Por cosas como las relatadas primero se levantaron en armas y luego pactaron e informaron al ejercito, los que hoy ocupan las maximas jerarquias ¿es que la moral de entonces era una y le de hoy otra? Por menores cocas se fusilo en Cuba, Nicaragua, Angola, China, Yugoeslavia, la URSS, Albania, etc, etc.
4.- Pienso que estará pensando "El Viejo", pienso que diria "El Bebe", pienso cual seria la ulcera del General del Pueblo. Y no quiero pensar en los otros, los que dejaron la vida por lo que creian era una verdad de etica y moral