lunes, 29 de noviembre de 2010

¿Y cómo es De Caro? o La incierta calidad de las certezas


A mis hijas, p
or no haber podido yo decirlo tan bien como Perales. Y porque sí.


Tengo un amigo.

En épocas de abundancia Made in Facebook y proliferaciones artificiosas homólogas, puede parecer poca cosa. Para mí no lo es.

Como buen ultra y sesentón, el Negro conoció el Cilindro en su versión hotelera. Milita en el MPP y en un sindicato. Buenmozote (dice él), 1.80 y pico, 90 kg de músculo y panza. Manya genuino.

Tengo más (respondió el bobo a su madre, que le decía “se te cae la baba m'hijo”). Amigos, digo. Un puñadito de gente muy distinta entre sí, con los que no necesariamente comparto ideas políticas, religiosas o filosóficas: nos alcanza con la grata sensación de ser querido y querer, más allá de los defectos. Pero el que me hizo pensar en esto fue el Negro, que me honra -además de con su afecto- con una perseverancia emocionante en la lectura de mis artículos y su comentario.

Salvo cuando puteo al DT de turno o denuncio alguna trapisonda de Paco Casal, alguno de sus siervos o adulones, es muy infrecuente que él esté de acuerdo con mis artículos. Ello no sería malo en sí (ni siquiera sería original). El problema es que nunca conseguimos discutir concretamente las opiniones y argumentos que expongo, sino que terminamos haciéndolo acerca de temas en los que su partido está en desacuerdo con el de aquellos que, según él, defiendo, beneficio o represento cuando opino algo que no le gusta.

Este fenómeno no le es exclusivo. Es más: diría que lo raro es que alguien lea lo que escribo y replique mis aseveraciones o contradiga mis argumentos con otros; y lo normal que cada uno me beneficie con el casette de su facción.

Incluso la mayoría de los que me dan la razón lo hace porque mi opinión, circunstancialmente, parece beneficiar su posición. En definitiva, casi todo el mundo me da muestras de cariño o repulsión asigún caiga el moco en su masa partidaria o fuera de ella. Es así y no me quejo.

Lil, mi Compa, me regaló hace un par de años un librito estupendo: “El día en que desperté dos veces” (© Julio De Caro, editado por Grupo Magro, 2008.). Lo recomiendo de alma. En la página 51, Don Julio iluminaba, ya entonces:

“Aunque sé que no soy el único, es claro que tengo un sistema de percepción poco fiable, del que puede depender /…/ la felicidad o el sufrimiento de mi vida /…/ Las más de las veces mis percepciones son seguramente una mezcla de datos de la realidad sobre los que hago interpretaciones muy singulares, a las que agrego invenciones producto de las ideas preconcebidas y creencias que pueblan mi mente. En función de esos prejuicios, evaluo, comparo, juzgo, infiero, supongo, deduzco y, por tanto, aquello que es real lo tiño por completo de lo absolutamente subjetivo /…/ Este proceso es tan eficiente y silencioso que salvo en casos excepcionales, no me doy cuenta de que lo hago.”. " Frecuentemente pienso que con este mismo proceso, basado en prejuicios y distorsiones, podemos llegar a considerar enemigos a gente que nunca hemos visto. Querer u odiar, en función de imágenes creadas por nuestra mente. /.../ Tal vez buena parte de las miserias humanas tenga que ver con la forma en que se desarrolla nuestro proceso de percepción.

Y agrega, lapidario:

Ahora bien: el pecado no es poseer un proceso perceptivo que distorsiona la realidad; eso es como es. El pecado es ignorar que eso es así y matar o dejarnos matar por ello.

Leí el libro hace más de dos años, pero recién ahora entendí lo que decía. (No hay caso: siempre fui medio lenteja). Lo que es peor: vengo de saber que no era necesario más que escuchar con distinta oreja al popular José Luis Perales, que te puede enseñar lo mismo sin el duro ejercicio de leer un libro.

Allá por 1994, compuso “¿Cómo es él?”, canción que hasta hace tres días asociaba yo (y mi Universo conocido) con la vistosa protuberancia que orna la cabeza del ciervo macho adulto. Incluso cuando la cantaba Fernando en APRI, le pedíamos… “Dale Meji, cantate la del cornudo.”. ¿Sabés cuál es? Al pie puse la letra. Si no la conocés, leela ahora, por favor. (1)

¿Leíste? Te propongo un ejercicio: mirá cómo cambia lo que "dice" Perales si te susurro al oído que no se la dedicó a su mujer infiel sino a su hija enamorada. Cuando me lo dijeron, no pude (ni consigo ahora) frenar las lágrimas, la vergüenza ni las ganas de que la tierra se abra y me trague. ¡Cuánta ternura, delicadeza, amor incondicional y entrega! ¡Y yo pensando en traición y humillante mansedumbre! (2) ¡Qué estúpido! ¡Qué nabo! ¡Qué ciegooo! (yo, por supuesto).

No. Ciego no. Peor: ¡Qué prejuicioso!

Recuerdo lo que sé desde hace un tiempo (no hay verdades absolutas, sólo débiles certezas y convenciones, todo es relativo y cambia, en forma brutal, según la clave que usemos para interpretar) y me avergüenzo de nuevo. Alivia mi culpa la razón de De Caro, cuando dice que lo hacemos sin darnos cuenta.

Por olvidarse de todo esto, el viejo y querido Negro (y tanta gente, querida y no, vieja o joven) no puede leer lo que escribo (yo ni nadie) con alegría, gula intelectual o afán de descubrir un nuevo punto de vista; ni ver que ese penal no fue tan penal o fue enorme según dañe o beneficie al Manya.

Conste que yo tampoco.

¿Qué cobrás? ¡Cuervoooo !!!!!


(1) Mirándote a los ojos juraría que tienes algo nuevo que contarme. Empieza ya mujer, no tengas miedo; quizá para mañana sea tarde. ¿Cómo es él? ¿En qué lugar se enamoró de ti? ¿De dónde es? ¿A qué dedica el tiempo libre? Pregúntale, ¿por qué ha robado un trozo de mi vida? Es un ladrón que me ha robado todo. Arréglate mujer, se te hace tarde y llévate el paraguas por si llueve. Él te estará esperando para amarte y yo estaré celoso de perderte. Y abrígate, te sienta bien ese vestido gris. Sonríete, que no sospeche que has llorado. Y déjame, que vaya preparando mi equipaje, perdóname, si te hago otra pregunta: ¿Cómo es él?

(2) Ni siquiera si, efectivamente, le hablara a su mujer. ¡Qué grande hay que ser para amar al punto de dejarla ir para que sea feliz con otro! ¿Por qué no le puede decir mujer a su hija si lo es? ¡ Gil, gil y gil ! (Nuevamente yo, claro :)

viernes, 26 de noviembre de 2010

Shakespeare in ROU - Hasta Brecht huele a podrido en Urumarca


El pasado jueves 25 el Sr. Ignacio Álvarez entrevistó a Ernesto Talvi, connotado y denostado Economista, presidente del CERES.

No tengo mucha "piel" con el Ec. Talvi, creo que ha incurrido en cierto vedettismo intelectual y -en general- sus pronósticos son como los de la mayoría de los pronosticadores. Se podría decir que en su carrera de tal acertó tanto como Boris Cristoff o Torraca, seguramente más que el Dr. Batlle con lo del gobierno divertido o el Dr. Vázquez con lo de la devaluación y el default.

El Ec. Talvi realizó en estos días una presentación que no sólo incluye aportes y enfoques referidos al tema económico, sino que incursionó en el análisis de ciertos comportamientos que le resultan alarmantes como síntoma del estado de salud de nuestra democracia republicana.

Extraigo la pregunta clave de la entrevista y su respuesta. Mayores comentarios, para estar a la moda, huelgan.

IA: “... Usted llama la atención sobre amenazas a esa democracia o sobre una pérdida de la calidad de esa democracia que ¿por dónde pasarían?

ET: “Pasan por varios lados. Es una acumulación de decisiones no coordinadas, que cuando se suman configuran una tendencia preocupante. Esencialmente es el traslado de poder a las corporaciones y las burocracias de los organismos estatales en desmedro de los derechos de los ciudadanos".

Se extiende luego en ejemplos que permiten a cualquiera con medio dedo de frente alejarse del prejuicio de que “este es un facho, un neo liberal, un enemigo de los sindicatos o la Izquierda” para dejarnos reflexionando acerca de cosas que se nos van como agua entre los dedos y -cuando queramos acordar- vamos a estar, como dice el Nano “chupando un palo y sentados sobre una calabaza”.

- La extralimitación del derecho de huelga por encima de los de propiedad y al trabajo (ocupaciones y ocupaciones express) y el olímpico desconocimiento por el Gobierno de la observación de la OIT al respecto.

- El poder casi total otorgado a la corporación educativa pública (pequeño, nada tolerante, liberal ni flexible grupo de docentes), que culmina en la designación de sus representantes en el CODICEN (2 de 5), que no necesitan aval parlamentario, como sí los tres designados por el Gobierno electo.

- El paradigmático caso APACET, persona pública no estatal, que gasta plata de todos pero es controlada por nadie, a través de la cual la UDELAR supervisa a las universidades privadas aunque nadie la supervise a ella (lo cual no es menester para saber que es peor que todas).

- Los poderes extraordinarios otorgados a la DGI y la desprotección administrativa y judicial del contribuyente poco poderoso.

- La creación y designación por Decreto del cargo de Coordinador Nacional de Inteligencia (con jurisdicción absoluta, sin límites, control posible por otra repartición del Estado, ni intervención parlamentaria alguna).

Nada lo del ojo, dijo uno, y lo tenía en la mano. ¿Sabías de estos temas? ¿No? Pues deberías. ¿Sí sabías? ¿Qué pensás al respecto? ¿Qué pensás hacer al respecto?

No es menor lo que se denuncia. No es cosa de gourmandisse de ideas. No son delicadezas filosóficas las que esgrime Talvi, sino principios y valores esenciales grosera y peligrosamente vulnerados en hechos que –de a uno- son graves, pero juntos, como dice, marcan una tendencia. Muy fea, acoto.

La entrevista describe el proceso con gran claridad y lista una serie de anomalías de las que poco sabemos, ya que no integran la agenda de los Medios (o sea que no existen para la mayoría). Y, ¡oh sorpresa! se puede compartir la procupación sin necesidad de hacerlo con las opiniones previas del Sr. Talvi; que, justo es reconocerlo, en el tramo anterior de la entrevista me soprendió con algunas facetas muy positivas que no le conocía.

Recomiendo escuchar la nota y reflexionar sobre sus contenidos. La parte que ocasiona estos escritos dura veintipocos minutos y la encontrarás en http://www.radiosarandi.com/temasAgenda_ver.asp?idTema=5196, .

Los diz que progresistas que están llevando adelante el proceso denunciado se llenaban la boca en los 60’s con unas líneas de Bertolt Brecht que vienen muy a cuento:

Primero se llevaron a los comunistas pero a mi no me importó, porque yo no era. En seguida se llevaron a unos obreros pero a mi no me importó, porque yo tampoco era. Después detuvieron a los sindicalistas pero a mi no me importó, porque yo no soy sindicalista. Luego apresaron a unos curas pero, como yo no soy religioso, tampoco me importó.Ahora me llevan a mi. Pero es tarde”.

No importa si sos sindicalista, obrero, religioso, intelectual, ama de casa, estudiante, desocupado, militar o lo que seas: si sos liberal y republicano, esto te atañe. Hay que hacer algo, así sea empezar a hablar en voz pública del tema.

Antes que sea tarde.

jueves, 25 de noviembre de 2010

300 de noviembre


Hace hoy exactamente doce años que, el 25 de noviembre de 1998, el dictador Augusto Pinochet comenzó un periplo por los Tribunales del mundo, bastante menos prolongado y duro que el que a muchos nos parecía justo y menester.


Ese día me di cuenta de que mi herida para con la barbarie militar estaba sanada. Lo dije y me llovieron reconvenciones, como sucede cada vez que propongo una tesitura de cuidadoso respeto por el dolor de los familiares directamente involucrados, y una humanización y des politización final, definitiva y honesta de un tema que nunca debió contaminarse con tan baja utilización.


Por mantener plena vigencia, te hago llegar el mail que escribí aquél día, cerrando el prólogo con un dolor que sobrevive. ¡Qué no daría yo por poder archivarlo de una vez porque ya no hay razones para seguir diciendo lo que dije, ni más ni menos que doce años atrás!


Hoy es, no otra vez sino por primera y última vez, 25 de noviembre. El pasado es Historia, el futuro ilusión. Disfruta del regalo de este maravilloso día.



Sent: Wednesday, November 25, 1998 8:41 PM Subject: FELIZ 25 DE NOVIEMBRE

Hola.

Es raro.

Cuando empecé a pensar en escribir este mail tenía unas ganas bárbaras de que el asunto del mail fuera: 30.000 veces feliz cumpleaños, Don Augustito. Pero ahora ...

La vida me regaló hoy dos momentos fantásticos. Cuando me levanté, encontré pronta para ser arrojada a la basura una revista que una amiga me prestó hace años; en cuya última página venía este artículo, tomado de "Cuando la gente buena sufre", Harold Kushner, Editorial EMECE.

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Una pregunta esencial

Somos capaces de soportar cualquier carga si pensamos que lo que estamos haciendo tiene un significado. Sin embargo, las cosas "malas" que nos suceden durante nuestra vida carecen espontáneamente de significado.

Somos nosotros quienes podemos dárselo. Podemos redimir estas tragedias de su carencia de sentido, imponiéndoles un significado desde nosotros mismos. Las preguntas que debemos hacernos no son "¿Por qué me sucede esto a mí? o ¿Qué hice para merecer esto?, porque esas son preguntas inútiles y sin respuesta. Sería preferible preguntarnos "Ahora que me ha sucedido esto: ¿qué voy a hacer al respecto?

Martin Gray, sobreviviente del Gueto de Varsovia y del Holocausto, cuenta que logró rehacer su vida. Tuvo éxito económico, se casó y formó una familia. La vida le parecía buena, más allá de los horrores del campo de concentración. Un día su esposa e hijos fallecieron cuando un incendio forestal destruyó su casa en el Sur de Francia. Gray estaba desesperado: esta nueva tragedia lo llevó al borde de la locura.

La gente insistía en que exigiera una investigación para averiguar las causas del incendio, pero él prefirió emplear sus recursos en un movimiento para proteger a la naturaleza de incendios futuros.

Explicó que una investigación se concentraría únicamente en el pasado, en cuestiones de dolor, pena y culpa. Lo enfrentaría con otras personas (" - ¡Alguien cometió una negligencia!. ¿De quién fue la culpa?"), y buscar un villano, acusar a otro por el dolor propio, sólo deja más sola a una persona. La vida, concluyó, debe ser vivida por algo, no contra algo.

Nosotros también podemos superar las preguntas que se concentran en el pasado y en el dolor y hacernos, en cambio, la pregunta que abre las puertas del presente y el futuro:

"Ahora que me ha sucedido esto: ¿qué voy a hacer al respecto? "

Los hechos de la vida y de la muerte son neutrales. Nosotros, con nuestra respuesta, le damos al sufrimiento su significado. Las enfermedades, los accidentes, las crisis económicas, las tragedias humanas matan personas. Pero no matan, necesariamente, la vida o la fe.

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Si hubiera sido lo único bueno del día, hubiera valido la pena compartirlo, ¿verdad?

El segundo regalo fue que a las diez de la mañana, mientras estaba escribiendo el texto de un espectáculo que empiezo a imaginar, llegó Oscar Guajardo, mi amigo chileno.

Estábamos conversando, olvidados de todo, cuando en la radio que escuchábamos el tono del locutor que interrumpió la música se impuso a nuestra alegre distancia y nos contó que, con su inmunidad, había comenzado a terminar la impunidad del General Pinochet.

Un abrazo de esos que gracias a Dios he podido saber lo que son, nos unió por largos segundos, mientras la emoción nos abarcaba en toda su dimensión. A los pocos minutos llamé a Roberto, otro amigo con amigos en Punta Arenas (y bajo muchas arenas), quien no se había enterado, y me bendijo como portador de tan buenas nuevas.

Y ahora, a las tres de la tarde de un día que empezó gris pero que poco a poco parece querer tomar tono festivo, cuando quiero mandarles el mail, comienzo a dudar, a no saber qué escribir, por no saber lo que siento. Y lo voy analizando contigo mientras escribo.

En un principio no me quedó claro. Era como que la irrupción del espíritu del artículo anterior me había cortado el festejo; pero no. Ahora entendí: me parece que ya fue suficiente. Que esos segundos con mis dos amigos ocuparon todo el tiempo que merece en mi vida y en mi corazón un ser como el hoy (por razones felizmente diferentes) nuevamente notorio militar.

Y que todo el amor y la solidaridad con sus víctimas, más todo el festejo del mundo por la caída de este hijo de puta, no mitigarán el dolor pasado, como tampoco todo el rencor del mundo servirá para nada.

Sin parecerme mal que le juzguen y condenen quienes se sientan capaces de hacerlo, creo que nada de lo que le suceda en lo que le quede de vida será lo que Pinochet merece. Y me doy cuenta que ya tampoco se lo deseo. Este es el tercer regalo que me ha hecho este glorioso día.

Por eso lo del asunto.

Un beso y/o un abrazo. Tú eliges.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cruz Repeluz. Vade retro. Sai demônio desse corpo!!!

¡Por fin!

Se hizo la Luz. Se abrieron las tinieblas de mi entendimiento. Comprendí. Yo pensaba que estaban locos o que eran una manga de sinvergüenzas. Elevo mi plegaria al Cielo implorando perdón. ¡¡Están poseídos!! Siete pruebas al canto. Siete, como los sellos del Libro Sagrado.


1) Toda la vida del dieron para adelante a los sindicatos. Se rasgaron las vestiduras ante el menor intento de recortar su omnímoda (hoy devenida en omnipotente y omnívora) libertad. En épocas de gobierno rosadillo organizaron el de la Policía. Hoy, cualquiera para por cualquier cosa, tranca el país y no pasa nada. La Policía amagó un paro el fin de semana del Clásico, el Perro Vázquez (antiguo alzado en armas en defensa de los pobres) los amenazó con duras sanciones y les arruinó la medida. Nadie dijo “represión sindical”. PIT, Prensa ni Parlamento. Silencio en la noche. ¿Ya todo está en calma?

2) El sindicato del Consorcio Ambiental del Plata está en huelga. El Centro lleno de basura. ADEOM para perlado (dos áreas, 24 horas cada una de detención y descuento). La ciudad toda, ahora, tres días sin recolección. La mugre campea. Los Capitanes de los cruceros deciden no bajar turistas. Legítimo ejercicio de derechos laborales y empresariales. ¿Qué hace la IMM? Negocia mansamente con ADEOM durante el paro, “queda en espera” de su superior decisión y no levanta una bolsa. ¿Y qué más? ¡Siii! Intima al Consorcio a cumplir su tercerizada y esencial labor, so pena de alquilar camiones, contratar rompehuelgas y cobrárselos, más un 15% por administración (el carnereo es gratis). La empresa (vaya a saber cómo, pero seguramente no respetando la medida gremial) inmediatamente mejoró la situación de las principales arterias del Centro. O sea que la IMM da la pista: si es privado, tiene solución y los servicios se prestan, con o sin medidas sindicales. ¡Ooops!

3) El sindicato de cualquier empresa privada extiende grosera y arbitrariamente el derecho de huelga y ocupa; sin reacción visible del Gobierno como no sea para afirmar la validez de la medida, dislate jurídico oportunamente señalado hasta por el Comité de Libertad sindical de la OIT.

Dos sindicatos que no tienen nada que ver con Zonamérica le trancan la puerta 48 horas. Cero reacción.

Los trabajadores del Poder Judicial ocupan de tarde y de noche están en la calle; merced a la inmediata intervención policial ENCABEZADA POR EL PROPIO JEFE DE POLICÍA, que los desaloja a pedido de la hijoputérrima Suprema Corte hambreadora, prepotente y fascista. ¿O fue la infalible y para siempre bienamada Suprema Corte que declaró inconstitucional el caso de la Cra. Sabalzagaray y permitió encanar a un General activo? Hamlet reafiliated.

4) Previo a su asunción, el Presidente afirma respecto del mandato de las urnas sobre la Ley de Caducidad “…Respetaremos si nos gusta y si no nos gusta, respetaremos más”. Un embarazo después su Canciller presenta a nombre del PE un nuevo proyecto absurdo. Tras el papelón del mandato imperativo fallido, el Secretario de la Presidencia dice que lo propuesto era inconstitucional. Tironeado por todos lados, el Presidente dice que ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario, que el Canciller lo hizo de puro militante (mirá vos el blanquillo), que él no se mete en ese tema y que –pese a la expresa prohibición constitucional que le inhibe de actividad partidaria- el Presidente de todos los uruguayos acatará lo que resuelva SU partido. Pero hay más.

5) Cuando el Gral. Dalmao fue procesado, el Presidente de todos dijo “La Justicia habló”. Cuando un Fiscal (funcionario público dependiente del Poder Ejecutivo) pidió el procesamiento de Rodolfo Nin, su reacción fue: “No vamos a opinar del tema” para, segundos después, decir“… es una brutal exageración”. “Como te digo una cosa te digo la otra”. Tesis de Grado Medalla de Oro 2010, Vazqcheese High School for Low politicians.

6) No hay día que no se escape del INAU un delincuente contumaz y de alta peligrosidad. El Ministerio del Interior se opone a bajar la edad de imputabilidad porque dice que lo que hay que hacer es tenerlos bien guardados y le ofrece al INAU la Cárcel de Tablada, donde ello se asegura. El INAU dice que no lo sabe manejar y que no podría allí “rehabilitarlos”.(El Tatán sonríe, el Nico se carcajea y aceita el revólver para su cuarta muerte antes de los 18). Lo que es peor, en lugar de pedir ayuda para manejarlo o contratar a quien sepa, lo rechaza; manteniéndonos a merced de la barbarie. La Parda flora los demandaría por plagio, si pudiera pagar los servicios de Gonchancho Defiández.

7) Si bien el Presidente ya no emplea el vocabulario grotesco y soez que le caracterizó hasta necesitar votos moderados y se ha vuelto un abuelo pacífico y sabio que llama al entendimiento y la colaboración, no hay semana que algún dirigente sindical o político oficialista se desmadre verbalmente en algún medio. Los del SUATT dan vuelta tres o cuatro taxis por paro y ayer un energúmeno militante del MPP (bien apodado “el Caballo”) se introdujo –se dice que subrepticiamente, je je- a un Ministerio donde se reunirían tres Ministros y varias gremiales de gran peso a negociar un conflicto de enorme tensión y, al más puro estilo hermandad peronista de participación popular, trompeó en reiteración real a un representante sindical cuya tesitura no le parece bien. ¿Knock out a la esperanza era que se llamaba el programa?


Desconcertado por la desmesura y contumacia de la contradiccion, arrasada que fue mi de por sí escasa racionalidad, de hinojos pedí ayuda al Dios Goog-El y, milagro: el sordo cielo por fin me escuchó y encontré esto.

Síndrome demonopático (http://www.mercaba.org/Fichas/Satan/criterios_02.htm)

Caracterizada por "... la presencia de una identidad distinta que toma control sobre la conducta de la persona entra plenamente en la descripción de esta patología de la disociación. Esta segunda identidad siempre aparece con unos rasgos muy fijos: hablará con rabia, con ira, /… / con la expresión facial manifestando una gran tensión. En unos pacientes esta segunda identidad es locuaz en cuyo caso manifiesta procacidad en su vocabulario /… / En otros esta segunda identidad es casi muda, hablando en contadas ocasiones y de un modo extremadamente lacónico, sus intervenciones cargadas de odio y tensión tienen en común con el tipo anterior en que la voz cambia por efecto de esa ira contenida.” (1)

¡Aleluya! (2) ¡Tiene arreglo! ¡No están locos! Están poseídos. Hay que llamar al cura Elizaga y que los exorcice. Urgente. O mejor, María Quintarrueda, Pastor Vázquez: llamen a su amigo el Obispo.

Sha. Sha. Sha.

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(1) ¿Voz de Pastor o docente? Cualquier parecido con la realidad no es culpa mía.

(2) Del Hebreo Halləlûyāh (Gloria a (o alaben a) Dios)

viernes, 19 de noviembre de 2010

Dura Lex, sed Lex


“La nota distintiva fundamental entre ley y costumbre se encuentra en su origen o procedencia, pues la ley procede del poder legislativo que la propia sociedad estatuye, mientras la costumbre lo hace de la misma sociedad, que mediante la observación continuada de una conducta acaba por imponerla como precepto. Aun así, la costumbre no es una fuente del Derecho. No obstante lo anterior, en algunos ordenamientos puede ser fuente supletoria de la ley, como ocurre en el ordenamiento español”.

También en el anglo sajón, pero no en el oriental del Uruguay, acoto.



Abro estas pobres cogitaciones, cuyo título acusa una suave reminiscencia a ruido a plato irrompible y spráit, con una cita del Dios sustituto, la suprema fuente de saber, el eliminador de todo esfuerzo de investigación, la maravilla que permite que cualquiera aparezca como sabiendo de qué habla: la Wikipedia.


¿Para qué? No para vestir plumas ajenas, como va dicho, sino para dejar claro que no es cosa mía afirmar que la costumbre no es fuente de Derecho ni de legitimidad, aunque a veces se haga parecer que lo es.


Fruto nada prohibido de mí indignada paciencia forzada a sus límites (que no de mi conocimiento del Derecho) las pongo a tu consideración para que –en caso de no borrarla al instante- comentes la lista, la amplíes y, eventualmente, la circules; a ver si alguien conoce a alguien que pueda hacer algo. Caso contrario, habremos ejercido el sacrosanto derecho al pataleo, que no está en Constitución ni Leyes, seguramente porque es derecho divino. Vox pópuli le dicen.


Voy, pues, a citar algunos ejemplos de cosas que se han hecho costumbre pese a que no sólo no son legales sino que tampoco dimanan de derecho alguno sino de la brutal y reiterada imposición. El orden en que las cito es aquél en que vinieron a mi cabeza. Su importancia, opinable, no así su existencia; que cualquiera puede comprobar sin esfuerzo, si es que no las sufre.


Sé que recibiré reconvenciones por rompe cáscaras, insensible y/o enemigo de los que se buscan la vida. Yo también me la busco, pero no jodo a nadie haciéndolo: ni siquiera con estos mails, que son gratis y -si no te gustan- los borrás sin leer y ya.


Destaco dos puntos esenciales:


1) La causa de la mayoría de los despropósitos cotidianos que denuncio es, en general, una más o menos legítima necesidad inicial del autor, cuya reiteración impune la vuelve “normal”.


2) El segundo factor que une y habilita existencia a todas y cada una de las aberraciones de conducta social listadas a continuación es la olímpica ignorancia de parte del Estado del cumplimiento de algunas de sus obligaciones esenciales. Haciendo lo que deben, nomás, nuestros servidores públicos conseguirían proteger a un número enorme de pacientes y padecientes ciudadanos y contribuyentes, de las tropelías de uno proporcionalmente pequeño (aunque no por ello menos eficiente) de perpetradores.


Nota: Para los casos en que se trate de vacíos legales señalo a los responsables de la custodia del bien público que lo que cabe no es la inacción sino la aplicación por analogía de lo que existe. Invito a cada lector (con independencia de su partido o sector, ya que todos somos víctimas) a urgir a sus legisladores nacionales y departamentales a abocarse de lleno a hacer, lo mejorcito posible, aquello para lo que les pagamos; entre lo que, believe it or not, se cuenta pensar e implementar soluciones para nuestros problemas reales.


A efectos de que tan ajetreados y mal pagados funcionarios se eviten el esfuerzo de tener que descender a las miasmas de la vida cotidiana, o hablar con alguno de fuera de su círculo de afines, yesmen y fans, preparé esta corta y nada taxativa lista de cosas de locos de y por las que ningún cuerdo dice ni hace nada.


Vender, cantar y manguear a discreción en los ómnibus


Si está prohibido a los que pagan boleto escuchar radio sin auriculares ¿cómo se va a poder cantar a los gritos o ponerle en la mano al pasajero cualquier cosa llena de microbios y, por si esto fuera poco, por tratarse de una promoción destinada a que llegue a manos del pasaje capitalino, someterlo a un estentóreo, reiterativo y -en general- mentiroso discurso? Como se puede ver y apreciar al dorso, es necesario ponerle fecha de vencimiento al tema.


La venta y el arte callejero están reglamentados y, a Dios gracias, no se contempla esta variedad; pero nadie hace cumplir la prohibición y/o protege a los pasajeros. Peor aún: ahora la IMM les quiere dar carné y cursos, como hicieron con tanto éxito con los cuida coches; cuya actividad es ahora modelo de cultura civil, imagen de ciudad de primera, respeto y urbanidad. Me atrevo a afirmar que con ello sólo convalidarían y oficializarían la irregularidad, por lo que adelanto mi absoluto desacuerdo y reclamo del derecho a viajar en paz a cambio de lo que pago.


Los cuida coches; muy especialmente los que cobran “de pesado”


No es posible que ir en auto a cualquier actividad implique una erogación adicional previa, tarifada y –lo que es peor- obligatoria a riesgo de la integridad de un bien de cuya custodia, ya que está en la vía pública, debe hacerse cargo la fuerza pública.

Sé que la IMM censó y dio carné a algunos, pero no me imagino cómo ha de regular su actividad o sancionar sus indisciplinas, ni he visto funcionarios de Tránsito o Inspección General exigiéndoles identificación, la debida presencia prevista en lo reglado o alcoholemia; como sí multando a sus víctimas por dejar el vehículo bajo la protectora luz de un farol en algún lugar donde está estúpidamente prohibido estacionar de noche porque de día molesta.


Los lavaparabrisas, funámbulos y artistas varios de los semáforos


Señores del MIDES, la IMM, el MSP, las ONG de Derechos Humanos, etc. etc.: es demasiado evidente que esta pobre gente está arriesgando el físico y aspirando humo todo el día. ¿No son dignos de su atención? Hablo de cuidarlos a ellos, no de que vayan ustedes a tener en cuenta lo que perjudican la imagen turística de la ciudad y el país, que tantos millones de dólares invierten para atraer visitantes. Tampoco de lo que molestan, violentan y hacen arriesgar a los choferes; porque esos tienen auto, así que deben ser burgueses y que se la banquen. Si los que chillan son choferes de taxi, bus o privados, son unos desclasados. Fuck them all.


Cortar el tránsito cualquier día, a cualquier hora, en cualquier lugar, por cualquier razón


El derecho a la expresión pública de la opinión, como todos, tiene límites; y no es posible que cincuenta (o quinientas o diez mil) personas causen el caos en la ciudad, donde y cuando les parezca, por válidos y compartibles que sean sus reclamos u opiniones.


La manifestación de ideas o reclamos es parte indivisible del derecho de reunión, que es libre por mandato constitucional. Sin perjuicio de ello, la autoridad correspondiente (Ministerio del Interior – Intendencia) debería recibir con antelación suficiente información que le permita prever los operativos que resuelvan los problemas generados, previo analizar y -eventualmente- no autorizar la reunión o modificar lugar y hora por causas de interés general. La autorización debe ser por defecto, sin importar el motivo de la manifestación sino la afectación de derechos del resto de la población, tales como la libre circulación, llegar en hora al trabajo o llevar su vehículo por el recorrido más conveniente y económico.


Párrafo aparte para la libertad de conciencia y el derecho a la seguridad, ya que no es frecuente que los manifestantes den adecuado trato a los viandantes disidentes que osen hacérselo saber. Y todo sucede sin intervención de las citadas autoridades, que prácticamente nunca se hacen presentes. Los derechos violentados son cualitativamente de igual valor (pero cuantitativamente más) que el único que respalda al manifestante, así que, Bicho, Ana: si hay marco regulatorio, cúmplanlo y -si no hay- redáctenlo. Ya.


La mugre de la ciudad, la externa e interna de los ómnibus y el incumplimiento de sus absurdos horarios, que mantienen la velocidad promedio de 16 km/h para los recorridos urbanos


Me da vergüenza pensar que los montevideanos no podamos entender que la ciudad es de todos, no de nadie. También escuchar el discurso de unas autoridades que, veinte años después de asumir el gobierno de la ciudad siguen, sin entender que su trabajo no es educar ni censurar a sus mandantes sino limpiar la mugre que -como buenos cerdos (y) patrones- han decidido tirar a la calle. Es justo reconocer que éstos lo hacen muy ayudados por la maravilla del sistema de acopio y recolección impuesto, tan bien pensado que funciona en cualquier ciudad de Europa. Lástima que quede tan lejos y que allí no haya hurgadores. Y donde los hay, no son impunes.


Me entristece hasta la depresión viajar en buses con los vidrios mugrientos, llenos de papeles y todo tipo de residuos. ¿No es obligación lavar el coche cuando se embarra? ¿Por qué se perdió la costumbre de barrer y baldear los vidrios en las terminales? ¿No está en el laudo?


Para lo de los horarios ya no hay excusas: los GPS de los buses permiten saber dónde están (y estuvieron) en cada momento del día. Escribir un programa que liste los desajustes y aplique automáticamente las multas es posible y necesario. Con los carriles exclusivos funcionando, es posible autorizar horarios más flexibles en las horas pico, lo que permitiría que los mismos buses realizaran más servicios en el mismo tiempo, con ventaja para recaudación, circulación, contaminación y -fundamentalmente- los pasajeros, que no deberían destinar más de 20 días al año a esperar el bus para ir a (y volver de) trabajar.


La gente viviendo en la calle


No existe el derecho a vivir en el lugar de todos: simplemente faltan el marco legal y la decisión política de aplicar lo que hay. La indigencia es una llaga social que evidencia otros males, por supuesto, pero el fenómeno es también una, pero reglamentaria, legal y administrativa.


Que el Parlamento, el MIDES, Economía o quien sea resuelvan, como y en cuanto puedan, el problema estructural; pero no hacer nada hoy es inadmisible. No se puede esperar la solución de fondo.


De otro modo, así como tendremos que esperar que los subsidios directos, el clientelismo liso y llano, el catecismo progre y la Educación resuelvan (?) dentro de 30 años el tema de la delincuencia ¿sólo cuando esté encerado el piso del último de los edificios que le vamos a regalar a los pobres vamos a impedir que coman, descoman, beban y desbeban, forniquen, duerman, cocinen y se higienicen en calles, parques, fuentes y plazas, para poder tener una ciudad que se parezca a Montevideo? No me parece.


No pido que los maten y tiren al río, pero doce años para desalojar a Pocha de atrás de la muela del Molino de Cavia es como mucho. Tienen los votos en todos lados. Háganlo. Ya.


Los sonidos del Infierno. De radios, escapes, alarmas, perros y equipos de audio.


Destinado a solaz del compañero conductor o (lo que es peor, y) de algún pasajero especialmente generoso e interesado en compartir su cultura musical con el prójimo, el extendido hábito de escuchar música en los ómnibus sin auriculares está total y absolutamente prohibido.


COME y UCOT, tímidamente, han puesto cartelitos que lo recuerdan, pero jamás los responsables del cumplimiento de la reglamentación en el bus (chofer y/o guarda), los inspectores, la Policía ni nadie con autoridad y poder saca la cara por el sufrido paga-jero; que las más de las veces se la banca calladito porque reclamar su derecho a viajar en paz tiene (im)previsibles consecuencias.


Tan regulado como ello está el tema de los ruidos molestos. ¿Alguien sabe por qué, entonces, miles de motos, camiones, buses y autos circulan alegremente por Montevideo destruyendo oídos y otras zonas de la anatomía ciudadana? ¿Alguien podría decirme en qué lugar de la Constitución o en qué Ley dice que se puede molestar a los demás impunemente? ¿En qué plebiscito o resolución se derogó la Ordenanza de ruidos molestos? No hablo de lo que está expresamente prohibido (escapes libres y, lo que es peor, amplificados). Hablo de por qué tengo que vivir aturdido o sobresaltado por alarmas que suenan sin motivo ni quien las apague, perros que ladran sin solución de continuidad o escuchar la música que quiere mi vecino sin que nadie me ampare en mi derecho a silencio y paz.


¿Mea culpa?


Comportamiento universalmente aceptado para los infantes, cuando la edad y el volumen de líquido desalojado aumentan se convierte en nauseabundo. ¿Alguien sabe por qué es impune orinar en la calle? No hay baños públicos y los boliches sólo permiten usarlos a sus clientes. ¿La solución es convertir la calle, la vereda, las plazas y monumentos, los comercios cerrados, la rueda de un auto o la puerta de una casa en uno? Cito, para mis conciudadanos el Art. 1 del Manual del perfecto borrachín educado: Si no puedes hacerlo donde se debe (o no aguantas), no chupes. Y a mis servidores públicos, señalo: el poder que les di, es para ejercerlo.


La atropellada en las colas de boletería en el Estadio


Ya que la Policía es incompetente (por discapacidad, que no por falta de competencia en tanto jurisdicción) sugiero a los integrantes de la Comisión con nombre larguísimo poner en la Reglamentación un articulito (no va a desentonar con los autores) obligando a que las entradas se vendan en todas las redes de pagos y supermercados; hazaña inalcanzable en 1950 pero nada complicada ahora que se inventaron esas cosas nuevas (las PC y la Web). También que los días de gran aglomeración, se impida la circulación en la zona de quienes no la tengan. No es tan difícil, Doctor en V. ¡Vamos que usted puede!


Los puestos de venta de cualquier cosa en cualquier lado


El desastre de 2002 parió una miríada de nuevos pobres y arruinó aún más a los viejos. Muchos capearon el temporal vendiendo cosas; otros su fuerza de trabajo (en negro) a inescrupulosos que aprovecharon la bolada para montar una enorme red de comercialización irregular. La crisis no sólo pasó, sino que estamos en las antípodas de la sinusoide de prosperidad económica y se dice que la desocupación está en mínimos históricos. Porfiadamente, ellos siguen allí.


El derecho de todos los demás ciudadanos, visitantes y turistas a circular fluidamente y sin riesgo por las veredas de una ciudad es de calidad superior al de unos cuantos a hacer lo que no se debe, aunque se diga que es para vivir. Los chorros dicen lo mismo. ¿Los vamos a dejar?


Ante el atropello de los abusadores es tonto reiterar la buena fe. Cito el ejemplo de los techitos verdes de Plaza Cagancha, vacíos porque los señores quieren vender tirados en el piso en lugar central; lo cual tan impresentable e inaceptable como la toldería cuartomundista en uno de los principales atractivos turísticos del Centro, en cuya remodelación y embellecimiento los montevideanos invertimos millones.


Los paros sorpresivos, parciales, perlados, etc.


Qué listillos sois. Hoy paráis vosotros y no cobráis, pero ellos sí; aunque no laburan porque no pueden porque vosotros paráis. Mañana paran ellos y vosotros cobráis, pero ninguno labura. Hoy, mañana y pasado, pagamos y nos jodemos nosotros, que no tenemos nada que ver ni nada podemos hacer para resolver vuestro conflicto. Pardiez, me tenéis podrido.


Otro sí: cuando un trabajador no puede trabajar (o ir a su trabajo) porque, a causa de una decisión corporativa de primer, segundo o tercer nivel, otro no cumple su tarea de servicio público delegada, pierde todo o parte del jornal y el presentismo; lo cual es profundamente injusto, ya que es obligado a hacerlo por una decisión que no tomó.


El Gobierno como tal, y cada Poder por separado, deben velar por los derechos de todos los ciudadanos; ya que la igualdad ante la Ley no prevé excepciones por afinidad sindical.


El derecho de huelga es constitucional, nadie lo duda; pero es sólo UN DERECHO MÁS y, como todos, unitario. Verbigracia: no es superior a ningún otro de idéntico rango como, por ejemplo, el de trabajo de los no huelguistas (máxime si no pertenecen al gremio en conflicto sino que le alimentan), ni divisible. Huelga es no trabajar. Ni cobrar. Lo demás, son cuentos. Y abusos.


El sindicalismo salvaje


Algo cambió. Sin que nos diéramos cuenta, una generación de dirigentes formados comme il faut fue sustituida por gente que no tiene idea del poder que maneja ni las reglas elementales para hacerlo. Se pide cualquier cosa y se para de primera. El interés de clase (las más de las veces de saloncito) está por encima del interés general y de la racionalidad. El usuario no existe.


Los viejos y los nuevos rechazan a rajatabla la reglamentación de su actividad, sin dignarse explicar al vulgo por qué merecen tal privilegio; convalidando así, algunos implícita y otros explícitamente, su injustificable e impune extra-limitación cotidiana. No es la fuerza de la razón sino la razón de la fuerza: nadie se atreve a enfrentar el poder mafioso de la corporación, y los presuntamente débiles (los proletarios) se transforman en poderosos y -en lugar de a los explotadores- le encajan al pueblo que les da sentido (y existencia en caso de los públicos) la más cruda expresión del autoritarismo. "Ni el Gobierno ni los partidos políticos ni la sociedad toda pueden conmigo. Ergo: hago lo que quiero". Le sacamos los cascos, le ponemos uniformes verdes, y el argumento es el de los militares en el 84'.


Es una broma sangrienta que sea este facho quien tenga que recordar a los dueños de la verdad, la ética y el progresismo (versión corporativa) que integrar la única actividad no regulada de toda la sociedad uruguaya organizada implica una contraparte de responsabilidad y ponderación en el manejo de los límites del derecho propio y -sobre todo- del primoroso respeto por el ajeno. Lejos de eso, la actividad sindical se ha convertido en un continuo de irracionalidad, abuso e impunidad tan notorio y deleznable como los que señalan a los militares (con dedos de presunta idoneidad moral) y denuncian en su plataforma reivindicativa, sin respaldo estatutario alguno.


Señores: perdieron el tren de la Historia. Cada vez más gente no los banca más. Llevan 25 años de libertad mal ejercida; porque la libertad conlleva responsabilidad y los sindicatos de hoy no merecen la una por no ejercer la otra. Nunca creí llegara el día en que sintiera tan justificado un reclamo no sólo filosófico de igualdad ante la Ley, sino exigido por los hechos.


Ahora que el gobierno es progresista, obrero, popular y no se puede dudar de sus intenciones para con la clase trabajadora, reglamentación sindical. Ya.


Anímese, Compañero. Anímese.


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(*) Dura lex, sed lex es una expresión latina, originaria del Derecho romano, que traducida literalmente, significa ley dura, pero ley. En español coloquial, su traducción sería la siguiente: "La ley es dura, pero siempre es, y no puede dejar de ser, la ley”. Viene a producir un mensaje conminativo a respetar la ley en todos los casos, incluso aunque nos perjudiquemos con ello. El respeto a la ley beneficia a la comunidad en el presente y en el futuro. Regionalismo: En Uruguay, Argentina, Bolivia, Ecuador y Venezuela, cosa de fachos.