viernes, 11 de mayo de 2012

El tema del dragado del Canal Martín García ha cobrado su primera víctima


En enero de 2012 se venció el contrato por el cual la naviera Riovia realizaba las tareas de mantenimiento del canal Martín García. Si bien lo correcto hubiera sido que se llamara a un concurso de precios para volver a asignar el trabajo, directamente se le renovó el contrato a la misma empresa, aunque había una oferta menor de la naviera Van Oord. Para continuar realizando el mantenimiento del canal la empresa pedía US$ 19 millones frente a los 12 millones que cobra desde 1991 a los gobiernos de Argentina y Uruguay. Finalmente, Riovia decidió bajar su precio a US$ 15 millones, lo que finalmente se aceptó por la CARP.


El Observador había afirmado que “los delegados uruguayos en la CARP propusieron llamar a un concurso de precios, ya que existía una oferta de US$ 9 millones por parte la firma Van Oord” a lo que los delegados argentinos se opusieron. El diario incluso menciona un presunto intento de soborno a un delegado de Uruguay. Vale recordar que el jueves pasado el Presidente de la Delegación argentina ante la CARP fue procesado en ese país por concesiones irregulares durante la cumbre Iberoamérica en 2010.


Intentando justificar la actitud de sus dirigidos, en declaraciones a Radio Sarandí vertidas el miércoles pasado (9 de mayo) el Canciller Luís Almagro señaló que se había optado por actuar así porque el mantenimiento del canal corría riesgo de ser interrumpido mientras se realizaba el llamado y esa suspensión no era viable; habiendo afirmado asimismo que nunca se rechazó una oferta menor a la de la empresa Riovia para hacer el mantenimiento del Canal Martín García "porque no se hizo un concurso de precios". "… no había otra oferta. Eso es falso. No había otra oferta porque no se abrió el llamado a concurso de precios" ... "hay que seguir los procedimientos establecidos. Simplemente no se podía recibir ese sobre. Uno no oferta lo que quiere cuando quiere", manifestó.


Muy rico todo, compartible incluso, cosa que ya expresé en su momento, porque no tengo opinión contraria a priori sino que analizo cada caso y veo quién, a mi entender, tiene razón. El problema no es, al menos para mí, quién declara sino qué. Y lo único falso aquí (por ser generoso) es la

afirmación del Ministro.


La lectura del siguiente documento explica mi afirmación.

http://es.scribd.com/doc/93132600/Acta-de-la-Comision-Administradora-del-Rio-de-la-Plata


Ha quedado demostrado que, contrariamente a lo públicamente expresado y reiterado por el máximo jerarca a cargo del tema, sí existió un Llamado a precios previo al vencimiento del contrato.


Ello mueve el foco de la atención, de la gestión administrativa del tema (que, según la explicación radial de Almagro, ameritaba el juicio de pésima, ya que había dejado vencer el plazo contractual, prohijando el abuso extorsivo de parte de la empresa) para ponerlo bruscamente sobre el tema ético y el no menor de la responsabilidad política. Gestionar con eficiencia es bueno, pero mantener la honorabilidad de la función pública uruguaya en alto lo es más.


En un caso en el que (atento al hediondo ambiente propiciado por la calaña de la contraparte) es conviene ser extremadamente incisivo, por razones que el periodista Ignacio Álvarez conocerá, en la entrevista no se habló del ofrecimiento de coima confirmado por la reservada denuncia; cuyo destinatario ahora también se conoce: el Embajador Bustillo. No sucedió, pero igual se supo.


Pero lo más importante no es eso, sino la suma sinérgica de lo conocido. El Llamado a Precios no sólo existió y sino que fue frenado con aprobación de la Delegación uruguaya, lo cual -a la luz de la confirmada existencia de la propuesta corrupta y el perjuicio evidente de pagar de más- diluye el argumento ministerial en viscoso líquido de dudosa color. Ya no se puede explicar el sobrepago por razones formales, de desconocimiento, perentoriedad ni posición privilegiada de la empresa Riovia, puesta en indebida ventaja por la supuesta inexistencia del Llamado.


Al menos en el país en que nací y me crié, que un Secretario de Estado fuera sorprendido en semejante gazapo ameritaba consecuencias políticas. Yo me acuerdo; y, también, estoy de acuerdo con aquella sensibilidad de otrora. El ministro mintió sobre el Llamado, la actitud de la Delegación uruguaya ante la CARP y el ofrecimiento de coima; de cuya existencia también omitió informar.


Debe irse.


No para dar razón a los muchos que opinamos que su gestión es mala en general (por falta de rumbo, personalidad y profesionalismo, plagada de designaciones que obedecen más al amiguismo y la pertenencia sectorial que a la Carrera o a la idoneidad) y pésima en lo referente a MERCOSUR, Argentina y Medio Oriente. Debe irse, simplemente, porque ha quedado al desnudo el feo trasero de un Ministro mintiendo a la Opinión Pública y siendo cómplice del inaceptable ensombrecimiento ético de la gestión de la Delegación a su cargo que esa mentira conlleva.


Puesto en semejante evidencia, no puede demorar un día su renuncia o remoción.



1 comentario:

Ruben Jorge Castro Latorre dijo...

No existe Eldo la Ética de la Responsabilidad....son nefastos personajes carentes de ella, desde los amiguismos, a los cargos de Particular Confianza....si antes hubo cosas no bien echas, ahora los pasaron largamente y GROSERAMENTE..esperemos que se logren revertir estas situaciones...