miércoles, 1 de agosto de 2012

Happy Shitday, Mr. President, happy shithead to you.

Décadas de sacrificio, esfuerzo serio, profesional multi partidario han ido a dar a los caños gracias a la diarrea mental y verbal que aflige al Señor Presidente de la República.

No contento con avergonzarnos en público en Alemania, Suecia y casi en cualquier parte declarando como un ebrio o directamente sin como, vistiendo el uniforme de un ejército funcional al tirano electo como los que le gustan a la asesina no sólo de conceptos de su mujer, siendo el monigote de las emperatrices de cuarta que las republiquetas que nos rodean se han dado a sí mismas como presidentes, el último cólico del primer Mandatario resultó en un sorongo de proporciones paquidérmicas.

¿De qué hablo? Pues de cuando, en el supositorio marco de quince supositorias medidas supositoriamente destinadas a mejorar la convivencia, el Sumo Bufontífice regional dijo que iba a proponer al Parlamento la producción y comercialización estatal vía listados fascistas de marihuana, supositoriando que con ello iba a perjudicar el tráfico de drogas.

El planteo es tan absurdo que si no fuera horrible por sus consecuencias daría para reírse, y así lo vengo diciendo desde que terminó el Presidente de evacuar la cloaca de su pensamiento sobre la inerme y desprotegida población que aún le escucha en función de una especie de memoria inmanente, de lealtad institucional al cargo que con toda indignidad ocupa el deponente. Que después, como siempre, haya salido a decir que dije pero no dije y lo que dije se malinterpretó pero si no tengo el 60% en las encuestas... baba batida lanzada al mediático viento: el daño estaba hecho.

Que lo dijera el Pelado era fruto de su sempiterna oposición y de que el tipo ya largó la Campaña electoral (de qué partido, nadie sabe, porque el único por el que me inclino (y sólo si amerita) es el partido al medio). Lo que ya no es tan para tomarse a la chacota es lo que termina de suceder.

No el Pelado, no El País, no el Observador, no el (otro) Bocón: el NEW YORK TIMES(*) uno de los Medios más prestigiosos y leídos y "levantados" del mundo, tras entrevistar a un impresentable diputado sesentista nacido en los ochenta, tiratiros mental y desmorrugador, ha catalogado a nuestro país como la primer república mariguanera del mundo; colocándonos en la picota y tirando por la borda el estupendo trabajo que nos permitió, por ejemplo, recibir el apoyo unánime de los acreedores en 2002 para un canje de deuda inédito (y no el default pregonado por el Dr. Vázquez y su Bandita), recibir un tratamiento preferencial en todos los Bancos y Organismos de Crédito que ha permitido reperfilar la deuda alejándola de la obligación de cumplimiento en corto y mediano plazo (o sea, no sólo pagar la antes abominada deuda externa y adelantar pago de lo que aún no se debía pagar sino engrosarla en forma salvaje para que la pague Mongo; que eso es exactamente en lo que ha fundado la prosperidad financiera el Equipo Económico frenteamplista. Pero me estoy yendo de tema.

Décadas de inversión en trabajo y propaganda turística, de esmero, sangre y sudor (y unas cuantas lágrimas que hemos volcado algunos estúpidos en nuestro paso por la función pública) invertidos en ir creando una imagen país, llevados adelante por el Estado y los empresarios con la modestia de los recursos económicos y técnicos con que se cuenta, se han ido por los caños.

Muchas gracias, Señor Presidente.


Quiera la Vida recompensarle como merece por lo que le ha hecho al país de mis hijos y nietos; y vea que no menciono a los tantos que tanto hemos intentado por años.

Gracias también a la Vida que me permitió llegar hasta aquí sin escribir un sólo parió.