domingo, 1 de mayo de 2011

Acerca de la Igualdad (sigue el baile)


La cosa sigue movida en el muro de Viva la tarde.


https://www.facebook.com/VLT690/posts/171335406254011?notif_t=share_reply


Nuevos aportes, nuevas respuestas.



Si para discrepar se afirma lo que el otro dice pero se dice que es distinto, vamos mal. Dije y reitero que matrimonio es y será entre personas de diferente género y que es tonto discutir eso. Me importa un bledo cómo se llame: lo que quiero, no ya discutir (porque es indiscutible sino) reclamar, es la igualdad de derechos para ciudadanos que valen igual; y para ello alcanza con leer la Constitución. Ustedes me traen el lugar donde dice que se puede discriminar a alguien por su sexualidad y yo me voy para casa y no escribo más. En este plano, todas las opiniones respecto de lo que los demás hacen con su sexualidad valen lo mismo: nada. Estamos hablando de Ley, no de moral, ni de opiniones.


Normalidad dijo alguno por ahí. ¿Qué es eso? Desde el fondo de los tiempos nos llega el mito del “Lecho de Procusto”, en el que se acortaba o estiraba brutalmente a quienes no daban la talla requerida en la mítica ciudad en cuyo camino estaba la casa de este señor. La normalidad es, como el Dios vengativo al que temer, un invento de los que necesitan dominar, los que no pueden vivir libertad y respeto por el otro, igual o diferente. Sexismo, racismo, basura de la misma bolsa. De paso me pregunto ¿por qué tanto silencio cuando EN EL54% DE LOS HOGARES con parejas de ambos sexos es normal pegarle a la mujer y los hijos y tanto bochinche cuando quien ama a uno de su propio género reclama lo que la Ley fundamental le otorga?


No sé de dónde sacan que decir que cada uno viva su vida feliz sin joder a los demás es cultura de género. Me parece un argumento burdo, una atribución interesada que sólo busca descalificar por analogía con algo a lo que se desprecia. No sé bien que es “cultura de género”. Yo soy culto nomás (y no creo que sea por ser macho), libre y respetuoso de hombres y mujeres, hagan lo que hagan en la camita; y tengo igual opinión de cualquier reduccionismo: me parece una caca. Si hay homosexuales que exageran en sus ponencias y discriminan al revés, pues me tendrán en la vereda de enfrente, como cada uno de los reduccionistas, discriminadores y liberticidas que me ha regalado la Vida. Uno es totalitario, intolerante, racista, fascista, inteligente, burro, buena gente o no, haga lo que haga en la intimidad. Me parece increíble tener que explicarlo.


Imponer a los niños cualquier creencia que funde prejuicio o discriminación es malo per se y, aún si tod@s ell@s propusieran eso (cosa que dudo) no es privilegio de los homo. Los acompañan en la aberración los absolutistas de cualquier pelo, en nombre de Dios, del Partido, etc., etc. y los sufrimos los libres del mundo desde el comienzo de la Historia (y antes también).


Afirmar que el fútbol diferencia a hombres y mujeres es otra barbaridad: el fútbol es uno sólo, lo juegan hombres y mujeres con las mismas reglas, pelota y pasión. Si vos las preferís jugando muñecas, criá a tus hijas así y yo te voy a respetar; pero dejá tranquilos a los que pensamos que, en el marco de las reglas de convivencia pacíficamente establecidas, cualquiera debe poder intentar hacer lo que le plazca sin ser distinguido más que por talentos y virtudes. Lo consiga o no, que sea feliz intentándolo, y libre de hacerlo. Las diferencias genéticas existen, pero no pueden promover diferencias sociales; mucho menos legales.


Decir que los niños tienen derecho a tener un papá y una mamá y que eso impide la unión legal mono genérica es caprichoso y falso. Si ellos tienen ese derecho, los adultos tenemos la obligación de dárselo. Más allá de que sigo sin encontrar el lugar de la Constitución donde fundas tus afirmaciones, pregunto ¿habrá que salir juntar firmas para obligar a quien enviude, se divorcie, se le vaya o raje a la pareja, a casarse de nuevo? Vos no sos normal, Esteban.


El modelo bíblico de hogar no es necesariamente el único que puede funcionar, y lo demuestran los miles de hogares mono parentales que salen adelante y la cantidad de bi que convierten en infierno lo que debió ser una vida. ¿Que es mejor ser rico y sano? Sí, claro, pero cuando no se puede, hay que pensar en hechos, no en ideales. Me cago en mis convicciones morales, por buenas que las crea, si un pibe que está en el INAU demora, por su culpa, un día más en tener una casa en la que dos personas que se aman y no lo pueden engendrar le regalan su amparo, su afecto y una vida de familia. Que Papá y Mamá tengan ambos pito o vagina es bastante menos grave que vivir siendo uno del montón, por mucho que se esfuercen en los Hogares por tratarlos bien, que lo hacen y mucho. Hay experiencia no oficial al respecto, y si te informaras un poquito no dirías cosas tan tristes y sin fundamento.


Te veo preocupado por mi aparentemente pobre formación acerca de lo que llamás “cultura de género”. Ya te dije que ni siquiera me importa lo que es eso, porque ser parte de algún movimiento es problema de los que necesitan ideología para pensar. Yo discuto ideas y no me importa nunca en qué fuente abreva cada uno ni quién le inspira como líder espiritual o filosófico. Ahora, preocuparse por mi formación y citarme a Kanela cuando hablamos de ideas y derechos civiles es, por lo menos, original. ¿No es fino?

No hay comentarios.: