viernes, 23 de diciembre de 2011

¿Mentiras verdaderas o verdaderas mentiras?

Llama la atención que el Gobierno se empeñe en mentir y ningún periodista retruque ante la flagrancia del sapo con el que el Cura Lescano y Cía nos quieren hacer comulgar como regalo navideño.

Es absolutamente falso que haya llegado tres millones de turistas a Uruguay, en 2011 ni en ningún año. Puede que sí hayan llegado esa cifra de visitantes, pero la realidad dista mucho en un caso y el otro. Hay una diferencia técnica en la denominación, que es seguro desconozca nuestro buenazo Doctor en Veterinaria metido a Ministro; pero que no quiero cometer el agravio de afirmar que no es conocida nada menos que por el Asesor Principal del Ministerio; la única persona del Staff que alguna vez tuvo vinculación, así sea menor, con el Turismo.

Cualquier estudiante de Primer Año de Hotelería o Turismo sabe que para ser turista alcanza con viajar (con finalidad no laboral o similar) por menos de doce meses a un lugar diferente al de residencia habitual, y que los turistas que interesan son los que se quedan, no los que están en el país menos de un día (en algunos casos sólo algunas horas), sin pernoctar en alojamiento pago (principal rubro del gasto turístico individual). Sería espantoso que el Asesor no lo supiera, pero imaginar que lo sabe es desolador, porque nos conduce a pensar que nos están mintiendo adrede.

El grueso de la diferencia radica en dos grandes grupos: los cruceristas y los argentinos y brasileros en tránsito terrestre. Desde que en la Administración Villar (1987-1994) desde el entonces Ministerio de Turismo se dio impulso con énfasis al respaldo de la actividad receptiva de Cruceros, no ha dejado de crecer el número de visitantes de ese tipo que llegan a nuestro país; cifra que alcanza por estos años cientos de miles (casi medio millón según el propio Ministro Lescano). Esos VISITANTES DE MENOS DE UN DÍA gastan una cifra sustancialmente menor a cualquier TURISTA real, y -hasta donde sé- el interés por que venga gente a conocernos puede ser antopológico, cultural etc.; pero es, fundamentalmente, económico y, habiendo diferencias sustanciales al respecto, es bueno reflejarlas.

El otro grupo no es medido por las encuestas del Ministerio, pero es enorme: son los turistas de nuestros dos vecinos, que van a vacacionar en el otro; los cuales ingresan por un paso de frontera y unas horas después salen por otro, sin consumir a veces ni combustible (porque siempre está más caro acá), alimentos ni bebidas (que traen de sus países) con al agregado de distorsión estadística de que son contabilizados dos veces en la cifra hoy vocingleada: cunando entran desde su país, y cuando entran desde el de su destino turístico.

El Turismo no es un tema que aparente interesar demasiado a los uruguayos, sean ciudadanos comunes, políticos, gobernantes o periodistas; pero me pareció del caso realizar estas observaciones de puro carácter técnico.

A los que hayan creído las cifras y festejado: Feliz Nabidad.

A todos, con V.



miércoles, 30 de noviembre de 2011

31 veces 30 de noviembre

Hoy es 30 de noviembre, y quiero extender mi más cálido y respetuoso saludo a todos aquellos que hicimos de alguna manera posible la fantástica demostración de entereza cívica y democrática que significó el triunfo del NO en el plebiscito constitucional de 1980. Al César lo que es del César, al Pueblo lo que es del Pueblo y a Dios lo que es de Dios.


Hoy es 30 de noviembre, repito, y casi no lo puedo creer. No es que no pueda creer que es 30 de noviembre, en eso no hay que creer: si uno acepta la división del tiempo (propuesta quién se acuerda por quién ni cuándo y) utilizada por buena parte de la autodenominada Civilización, Sección Occidental (aunque no sólo) y Cristiana (aunque no mucho), ya está.


Lo que me resulta increíble es la distancia que observo entre este estado espiritual, anímico, psicológico, energético, (yo qué sé cómo llamarlo) que abruma a la mayor parte de los uruguayos, y aquél que hizo posible la hazaña cívica del 30 de noviembre de 1980, punto de partida de la más estupenda transición hacia la democracia que recuerda la Historia política de nuestro Continente y -tal vez- del Mundo.


Hace 22 años, los uruguayos sabíamos bien quiénes éramos y qué queríamos para nuestra vida política; y a 6 de cada 10 nos resultaba afrentosa e infumable la propuesta que realizaba el Gobierno militar. A los otros 4, no sé, pero sí sé que de ellos muchos creían que votar SI era una forma de recobrar el poder y volver al camino civil. Pocos, muy pocos, querían preservar aquél estado de cosas que sólo quienes lo vivimos podemos aquilatar.


Entonces atravesábamos una situación económica mejor que ahora (*) (estábamos sentados en el espejismo del dólar barato, como hace algunos meses, y se nos mostraba el ejemplo económicamente exitoso de Chile para señalar por extrapolación, que el rumbo era ese. Por ese entonces, reitero todos teníamos muy claro el valor de la libertad, de la posibilidad de expresar libremente el pensamiento, de cambiar periódica y voluntariamente de Gobernantes, de tener en el Palacio Legislativo no bufones omni-aquiescentes sino representantes de nuestra voluntad y opinión. Y (salvo pequeños bolsones ideológicos presuntamente opuestos entre sí pero afines en esto) todos teníamos claro lo peligroso que es acusar a la Democracia de los problemas económicos y sociales, socavando sus bases en el imaginario de la gente con la finalidad de llevar agua para su molino.


En 1980 éramos un pueblo tan increíble que podíamos soñar que era posible primero y festejar después, el hecho inédito a nivel mundial de derrotar a una Dictadura militar no con armas sino con votos.

Éramos un pueblo tal, que teníamos claro, muy claro, que era posible conseguir que -más temprano que tarde- se fueran, con el solitario argumento de perseverar en nuestro esfuerzo por hacerles saber que no los queríamos, que podrían uno por uno encerrarnos a todos, matar a tantos como su eficiencia, conciencia o fanatismo les permitiera, aterrorizar dejando sin trabajo, sin opciones, sin presente ni futuro a todos los que pudieran, pero sólo volviendo a los cuarteles y dejando el gobierno en manos de los representantes legítimos del Pueblo podrían intentar comenzar a recuperar la consideración que habían destruido en el corazón de la gente. Algunos hasta soñábamos con un mea culpa honorable que nunca se dio, otros con una Justicia, que no es de este mundo; otros con venganza.

Es que una cosa es ser sabio de la cabeza, y otra de corazón.


Éramos un pueblo tal, que podíamos confiar, podíamos creer que quienes llevaban adelante una negociación renga nos representaban a todos, e iban a ser los garantes de que -una vez recuperado el poder- no habría hijos ni entenados en la Política. Y estábamos en lo cierto.

Cierto que contábamos con figuras capaces del sacrificio propio en aras de alcanzar el objetivo general, como el General Seregni y Wilson. Pero hacíamos bien en confiar.


Podíamos reunirnos con todos, en casa de cualquiera, discutir y construir consensos en los temas más diversos; polemizar hasta el encuentro, y compartir el pan y la sal. El otro no era un hijo de puta, ventajero, enemigo político: era un compañero de otro Partido. ¡Cuánta razón teníamos! ¡Qué sabios y valientes éramos entonces!


La única diferencia formal entre entonces y hoy, es el año; somos, técnicamente, el mismo país, el mismo pueblo, veinte años después. La crisis económica que sobrevino en noviembre de 1982 (cuando aún manteníamos todas esas características y el dólar se devaluó bastante más que este Agosto, pasando entonces de 14 a 32 pesos), tal vez fuera algo menos estentórea que la de este 2000, pero no mucho menor. La desocupación llegaba al 15%, pero la gente no se iba, el salario y el poder adquisitivo caían, pero no le pegábamos a los que querían laburar.


¿Dónde está la diferencia, eso que pone tal distancia con aquel pueblo que éramos y hoy?

Lamentablemente, está dentro. Nosotros (tú, ella, él, yo) estamos (me niego a creer que seamos) distintos. Y distinto actuamos. Cambiamos. Para peor.


La mayoría de nosotros ya no es capaz de dejar de lado las diferencias para buscar el terreno común. Es más fácil sospechar que concertar. Es más fácil afirmar (y en algunos casos hasta creer) que la culpa la tienen Batlle o Lacalle, Bin Laden, el FMI, los sindicatos, los comunistas, los piqueteros, los militares, los periodistas, los jóvenes, los viejos ... o todos ellos.

Pero nunca "yo".


Es más sencillo mentirse que si gana Tabaré (o Julio María, o el Cuqui o Ramírez), todo va a volver a ser como en el 50. Él (el que sea), macho (como Dios), abrazando la lanza con la mano derecha o la izquierda y a caballo de la Verdad, cual San Jorge redivivo matará al dragón de la injusticia global, hará funcionar la Economía y la Sociedad, y -de yapa-, devenido en Harry Potter criollo, con un movimiento de su varita mágica nos va a sacar volando de la mierda en que tantos sienten que se ha transformado todo.


Dije hace un rato que la única diferencia con aquella época maravillosa del '80 era el año. No es verdad, hay otra muy obvia: entonces estábamos en dictadura.


¿Cómo es el tránsito cuando hay un Inspector o está la Caminera?¿Cómo son las colas del Estadio cuando hay un Coracero en la ventanilla? ¿Cómo está la valija del auto si la Aduana está mansa? ¿Nos movemos un pasito al fondo si hay lugar, cuando no nos lo pide el señor de uniforme, que nos conmina golpeando el vidrio del ómnibus con su metralleta redonda?¿No somos capaces de buscar consensos en lugar de votos, si no hay alguien amenazándonos?

¿Será que los necesitamos para poder mostrar nuestro mejor perfil? Yo creo que no, pero a veces me entran dudas.


Feliz 30 de noviembre.


Y que el recuerdo de ese glorioso día -y lo que significa- nos traiga a la memoria lo que verdaderamente somos.

O podemos volver a ser.



SAVAP

Eldo Lappe

(*) Escrito en 2002

lunes, 28 de noviembre de 2011

Hubo una vez un río de libertad. Memorias entristecidas.

Sin gloria y con pena (al menos la mía, al ver que podemos inventar bicentenarios y celebrarlos partidariamente y a lo grande pero no somos capaces de conmemorar y festejar lo bueno que hicimos juntos) pasó un nuevo 27 de noviembre.


No estaba en condiciones de hacerlo ayer, por eso va hoy lo que vengo publicando año tras año desde 2001 para acá.

"Hoy es 27 de noviembre. ¿Y qué?, me preguntan casi todos los que tienen menos de 28 años, y -lamentablemente- muchos que ya son más "grandecitos".

¿Cómo "y qué"? ¿No te acordás del 27 de noviembre? ¿Del río de libertad? ¿No te acordás de Candeau, el último domingo de noviembre del 83', por un Uruguay sin exclusiones?

La sucesión de datos recordatorios da resultado, y los que por entonces vivían en Uruguay y tenían acceso a información, recuerdan. Los demás, no.

Suena un poco triste, o mejor dicho ingrato, pero está bien. A lo bueno uno se acostumbra pronto, y esto que vivimos hoy, aunque no sea tan bueno como podría, es infinitamente mejor que aquello.

Mal o bien, cada uno hoy hace de su capa un sayo (los que lo deseen pueden leer de su culo un pito), y nadie que se arrogue el poder de obligarlo a hacer algo que no quiera, dura mucho en el ejercicio de ese rol.

Aquella fue una época absolutamente especial, para mí una especie de Woodstock político (por la comunión, no por el barro o el bochinche) donde los mejores deseos de Paz y Amor (o lo que signifique en lenguaje político aquella maravillosa y preclara consigna) se conjugaban en todos y cada uno de los espacios que íbamos conquistando.

Los que me conocen bien saben que mi actitud de entonces era mucho más participativa que la de hoy, habiendo sido partícipe incluso de uno de los hitos en la Historia de la política del Uruguay, cuando representantes de todos los partidos y organizaciones sociales construimos laboriosamente posiciones de consenso en todos los documentos que se presentaron en el Festival de la Juventud y los Estudiantes de 1985 en Moscú.

De aquel trabajo participaron, por nombrar a algunos notorios representantes del hoy político del país, Pablo Mieres, León Lev, Washington Abdala, Javier Barrios, José Bayardi, Pablo Iturralde y Jorge Gandini. Si tuviera sus direcciones personales, les haría llegar este mail, sólo para recordarles que se puede: sólo hay que querer.

Y porque guardo intacta aquella ilusión, en el rincón del corazón destinado a mis mejores sueños, quiero pedirle a todos los que conservan la esperanza de que el sistema político sea el motor de los cambios que se necesitan para que el imaginario colectivo salga del pantano en el que quién sabe cómo se metió, que le recuerden a sus representantes aquel espíritu de los ochenta; que les pidan, nada más, que quieran, y adquieran la grandeza que les permita privilegiar el encuentro (así, con minúscula), dejando de lado el interés.

Yo hace un tiempo decidí tomar por el camino de no pedirle a nadie que cambie: bastante trabajo me da tratar de cambiar yo, y así -en la medida en que lo consiga aunque sea modestamente- transformar para bien el pedazo del mundo en el que directamente me toca actuar.

Para los que no puedan con la náusea de pensar en política (no es mi caso, pero lamentablemente son muchos) les recomiendo este camino. La suma de todos los pequeños cambios individuales resulta en una mejora real maravillosamente constatable, que no depende de nadie más que de uno. Peligro: no hay excusas.

Sea cual sea el camino que tomen (también pueden decidir dejar todo como está), me van a tener al lado, para lo que necesiten, por el único precio de tener que recibir estos mails de vez en cuando.

Mientras, sigamos refrescándonos y bebiendo con alegría, en el río de libertad que entre todos construimos, y mantenemos limpio, fresco y vivo.

Feliz 27 de noviembre.

viernes, 14 de octubre de 2011

La argentinidad al palo

Esta nota puede ser postrera. Si la desazón que me invade en este instante termina por vencer, ¡festejen, uruguayos, festejen, me rindo! : no se puede dar por el pito más de lo que el pito vale; y la clase política, con su incompetencia, frivolidad, falta de nivel y compromiso con los valores esenciales de republicanismo y democracia-algo-más-que-electoral, devalua un día sí y el otro también lo que otrora fuera mi orgullo viril.

El reciente culebrón mercosuriano “Tabaré, go home” (horario central en todos los canales de aire, mar y tierra) es sólo la gota que pone al límite crítico el vaso de mi paciencia; cuya cota se ha venido elevando nueva y progresivamente desde que, hace un par de elecciones, abandoné mi decisión de alejarme del tema político. No sólo los pueblos que olvidan su Historia están condenados a repetirla: acá estoy, gil de goma, arrinconado, caliente las más de las veces; en vez de vivir en paz y dejar que la vida política siga alegremente su curso sinmigo ni mi opinión; tal como lo hace con ella. El calor de lo que, pienso, debería ser la Política, sumado a la entrega (propia y de tantos más valiosos que dieron bastante más que yo) para que pudiéramos elegir gobierno cada cinco años, ha venido colaborando en la evaporación de un caudal hediondo, alimentado con macanas, falta de nivel, frivolidad y una generalizada actitud de “cuanto peor mejor” que rayan la inmoralidad. Sin que a nadie parezca importarle, de la arena política pasamos a un ring y, si esto sigue así, pronto será un reñidero de gallos al estilo de nuestros hermanos allende el Plata; peligrosa situación de la que, normalmente, se sale cuando llega el Comisario y tras cuatro gritos y algún golpe, manda parar. A no quejarse después.

Me detengo en la anécdota desatada por la honesta incontinencia vazquiana porque, aún inconclusa, es tan representativa que me alcanza para pintar el cuadro de mi desesperación.

Pese a su condición de outsider, marxista, leninista, masón y creyente, su aura de pastor mentiroso y, last but not least, a no poder explicar un pasado oprobioso de beneficio personal y extraña "Categoría A" fruto de su estupendo relacionamiento con la Dictadura, Tabaré Vázquez desplaza al Líder fundacional del Frente y, tras la peor coyuntura posible para sus adversarios de fuera y dentro, se convierte en el primer Presidente perteneciente a un partido no fundacional, ya que no de Izquierda (ese fue José Batlle). Tras cinco años de viento a favor y promesas estratégicas incumplidas, se retira con una popularidad insólita; y encarna hoy las mayores posibilidades de conservación del poder por parte de una fuerza política que, perseverante y continuamente hace agua por los múltiples agujeros de su imposible arquitectura. Dueño de un cinismo a prueba de balas, hace y deshace, dice, desdice, miente, tergiversa, mantiene una vida privada sumamente heterodoxa, su familia se enriquece en su mandato y hasta insulta a su propio candidato; todo ello sin penalización política, electoral ni estadística, en un escenario cuyo telón de fondo pinta un culto a la personalidad pocas veces visto en la Historia Política oriental. Frío como un cuchillo, siendo él mismo un gazapo, jamás es víctima de uno; luciendo dos décadas largas de carrera invicto al respecto.

Sin embargo, un día se levanta locuaz y, al pasar, le cuenta a unos pàrvulos del Opus Dei que le pidió apoyo al Imperio yankee para el caso de que a los imprevisibles hermanos peronistas les diera una recaída modelo General Roca des-orientado y enfilaran pa la Banda homónima al grito de “No esistí, Bosnia no esistíii”, “Pingüinos y Perón, un sólo corazón”.

Allá él y su contradicción con el discurso que llevó a su conglomerado al Gobierno y allí lo mantuvo. Plena vigencia de aquello de ¿qué le hace una mancha al tigre? No me avergüenza confesar que a mí me pareció bien lo que dijo que hizo; aunque después, fiel a su estilo, se desdijo. Tampoco es de extrañar que estuviera casi solo en ese apoyo: las unanimidades que suelo convocar, lo son en contra.



¿Quién es el único que está de acuerdo conmigo? Nada menos que el Cookie, que tuvo que apelar a una cintura modelo Tabaré cruzado con Luis Suárez, para hacerlo sin sacar la pata del lazo sanguíneo-id(t)eológico herrerista antimperialista. ¡Ah, no, cierto que también lo apoyó el (ex blanco y wilsonista y) honesto NINi (ni acepta que se enriquece, ni se deja investigar). Los demás, ni siquiera hicieron fila para putear: palo y palo, todos juntos y a los gritos; incluido un inesperado coro del Frente que, para variar, desafina en los divisi y cuyo portamento va desde los falderos que se abrazan (sobones, sumisos y aquiescentes) al Canciller argentino, hasta los que se llaman a silencio ante la magnitud del papelón.

Como dicen las malas crónicas, los acontecimientos se precipitan. París puede ser, pero la sucia, insegura y tomada por los planchas Montevideo no vale una misa; mucho menos un rezongo público de estos defenestrados. En gesto que lo honra, Tabramón 1º se disculpa y abdica; renunciando a la actividad política pública (como si hubiera otra. Cosas de la Biología, seguramente).

Vía Tweeter, Pedro Picaradepiedra, su vecino Pablo Madball y el Gutural Ñangañaga muestran su desarrollado ap-ego a los nuevos Medios Masivos, así como una gronchez, ligereza y liviandad tal que me ayudaron con el título. (*)

La situación me parece importante, seria, diría que grave. (Ya te escuché lector: ¡ESTÚPIDOOOOOO! No tenés razón, pero sí, tenés razón). Leo todo lo que me cae a mano, escucho radios y TV de a tres juntos. Unanimidad: nadie da dos mangos por la seriedad del retiro . Peor aún ¡NADIE SE ALARMA NI AGRAVIA DE ELLO, NI CON NADA DE LO QUE SUCEDE!

¿Te creyó el Pelado? Juaa!
Medio aparte, los Compas que al compás de Yira Yira en versión 609 RPM, se prueban las pilchas que el promitente finado va a dejar y demuestran, de pasadita y sin querer, que son los únicos que le creen lo de la renuncia al Marqués de las Cabriolas. Además de mí, claro, que pienso que hay algunas cosas que sólo se sacan para usarlas: la billetera, la pistola y la indeclinable (que no es la misma).


Punto culminante del galopante proceso de argentinización (que a esta altura ya me pega hasta a mí): tras la renuncia y los tweets de Los Auténticos Decadentes, en previsión de la inexorable Masacre en el Puticlub, Viejas Locas se reúne y, entre el voladero de plumas y un acre y amarronado olor a goma quemada en la marcha atrás y a susto por el eventual desalojo de sueldos y sillones, estrenan su cover del tema “Arde Papi”, cuya letra entregan en un breve y contundente comunicado cuyo estribillo repite alegremente ¿Cásconquenco, Cabaé? ¿Cásconquenco, Cabaé? :)

¿Te reís? Yo no.

Duele. Duele mucho y hondo ver al sistema político que nos hemos dado los uruguayos tras más de una década de militares y un cuarto de siglo de democracia decrecientemente tutelada, representado mitad y mitad por las célebres palabras de una pobre mina en un video famoso y la actitud farandulesca de unos diz que líderes políticos y opositores que se llaman Pedro, Jorge y Javier pero bien podrían llamarse Aníbal, Moria y Marcelo. Y si no sabés quién es Marcelo, agáchate y preguntale a otro, que yo no estoy de humor.

Al comenzar no sabía qué iba a hacer. El proceso de escribir este artículo me decidió. Recuperada la memoria de cómo son los verdaderos cambios, cambio yo y, en lugar del merecido “... se quede o no Tabaré, váyanse todos a la mierda”, aquí les dejo un modesto y formalito “Mejor me voy”; póstumo homenaje a Mateo y (espero que oportuno) a la calidad de lo que me quede por vivir.

Paso a paso lo ire cumpliendo. Como cualquier adicción, dejarla será duro, pero es lo mejor.

Al cierre de “I have a dream” (**) (uno de mis mejores opus, escrito a lo largo de años a la luz de esta misma desazón y que debí haber leído más veces para no recaer) ya había yo expresado mi respeto por los (pocos) que, de verdad, no sólo creen que se puede sino que intentan cambiar la política para volverla con P, superar la entropía del sistema, eludir los corruptores cantos de sirena del poder y pilotear a sus partidos y al país hacia un destino mejor; sin involuciones o concesiones políticas, filosóficas y morales gravísimas y gravosas.

No quiero irme sin decir, una vez más, gracias. A ellos, por ello. A mis lectores por serlo.

A todos, que Dios los ayude.

Yo no pude.


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* Que en realidad debo aJosé María DS, amigo de Facebook

domingo, 18 de septiembre de 2011

Silence is golden, but my eyes still see

En el todos los barrios hay gente que trabaja más de cuarenta semanas al año, pero los NI NI, no. Yo los defiendo. Exigile al Gobierno cumpla la Ley que obliga a que terminen Secundaria, sin prostituirlos ni perjudicar a los que quieren estudiar. Para terminar con los NI NI: Liceos Diferenciales. Ya. 
Campaña de Eldo Lappe contra la estigmatización de la Verdad

En todos los barrios hay muchos gurises que no se dan la papa. Yo los defiendo: para que no se la den, exigile al Gobierno que legalice las otras drogas y pene con tentativa de homicidio el tráfico de pasta base.
Campaña de Eldo Lappe contra la estigmatización de la Verdad

En todos los barrios, además del Marconi, hay mucha gente que marca tarjeta; pero hay muchos más que -además de marcar- trabajan. Yo los defiendo y, para que puedan llegar a hacerlo y volver tranquilos, hay que sacar a los chorros de la calle. Si el Bicho no lo hace, dale una mano a Pedro. 
Campaña de Eldo Lappe contra la estigmatización de la Verdad

En todos los barrios hay muchos jóvenes que estudian. No los borres con Consejeros politizados, cursos de pésima calidad, programas estúpidos, arcaicos y nada laicos, profesores incompetentes, edificios indecorosos y estudiantes prostitutos. Campaña de Eldo Lappe contra la estigmatización de la Verdad

Decidí lanzar mi breve y modesta "Campaña contra la estigmatización de la verdad"  empujado por las infelices declaraciones del Ministro Bonomi, que derramaron el vaso de mi malestar con esa Secretaría de Estado, ya rebosantes con la situación que me obliga a andar armado y esperar el bus leyendo innecesarias y absurdas campañas  pagas con mi plata.




Leo en El País de hoy: "Esos barrios están estigmatizados hace mucho tiempo. No son los megaoperativos los que estigmatizan" y me hierve la sangre, se me alborotan los sorrentinos caseros que hizo mi amada y un ácido sabor embebe mi pregunta: ¿Para qué m... tiran mi plata, entonces, con la excusa de que sí lo hacen? ¿Para dejar conformes a los cajetilla progres? Ta que los...


“Como ministro del Interior (la minúscula no es mía, pero es justa) estoy abocado a hacer frente a un problema, que para nosotros es el problema: las rapiñas. Nos hemos fijado tres etapas para combatirla: primero bajar la curva de crecimiento; segundo, alcanzar la meseta y tercero empezar a bajar las rapiñas. Vamos en la primera etapa, hasta ahora hemos tratado de bajar la curva de crecimiento. Hubo meses, sobre todo anteriores a abril, donde la diferencia con similares períodos del año anterior era de 200, 300 rapiñas más. En el mes agosto pasado, la diferencia se redujo a 21. Es decir, son más, pero si uno lo ve en la gráfica, apenas sube. /.../ Yo creo que existe una seguridad objetiva mucho mayor que lo que la gente sienteLa seguridad objetiva se mide con parámetros y esos parámetros son comunes a distintos países. Esos parámetros nos ponen a nosotros como uno de los países más seguros de la región. Lejos. Estamos en niveles similares a los de Estados Unidos. Ahora, la sensación es más subjetiva. La gente no mide la seguridad por los parámetros internacionales, mide la seguridad de acuerdo a la comparación con lo que le pasaba antes, y llega a la conclusión de que estamos peor./.../ Nosotros, como ya indiqué, tenemos otra encuesta donde se le pregunta a la gente cómo es su barrio en relación con la seguridad. Casi todos contestan que su barrio es seguro. Sin embargo, si se le pregunta sobre el país, la queja por la seguridad es mucho mayor.

Ergo, no hay otro problema que las rapiñas. Los arrebatos, los hurtos por descuido, intrusión, escalamiento, los copamientos, los robos de autos y sus contenidos, motos, bicicletas, celulares, mochilas, las violaciones,  las estafas... no existen en la preocupación del Ministro. Son sus palabras, no hay interpretación mía.  

Ahora bien, dos Uvasales por favor, porque (es el Ministro quien habla, no yo y dice,  con toda calma) que cada vez hay más rapiñas (sólo hay menos aumento, pero hay más cantidad) y también, en la misma nota, que la gente siente que no hay seguridad, pero está equivocada porque, según él, tenemos el mismo nivel de seguridad que Estados Unidos.

Sensación térmica, le llamaba Díaz. El Bicho da más vueltas pero dice lo mismo. Obviamente, nadie aprendió nada. 

Yo no sé de dónde saca esos índices comparativos el Ministro, pero sí sé que no he visto ninguna ciudad de Estados Unidos, repito NINGUNAenrejada como Montevideo sino todo lo contrario, veo continuamente casas con jardines abiertos, puertas de vidrio, ventanas sin postigones siquiera y no me imagino que sea porque no tienen plata para dejarlas parecidas a Miguelete como acá.

Tampoco conozco a nadie de Montevideo y su área metropolitana que diga, públicamente o en privado, que su barrio es seguro. A nadie. 

Debo concluir que vivo adentro de un frasco lleno de opositores sistemáticos y eternos disconformes como yo; así como que la gente es idiota y mala; porque no sólo se queja de lo que no sucede, sino que paga platales para encarcelarse a sí misma porque siente (ya que no lo puede ver porque –según Bonomi- no existe) que la calle está llena de chorros y, si no tranca todo y contrata alarmas y guardias de seguridad, le llevan hasta los calzoncillos y la cucha del perro, como a mí.  

Sí, a mí. Me llevaron los calzoncillos y la cucha del perro del fondo cerrado con muros de dos metros de alto de mi casa; pero no lo denuncié porque ya había ido, unos días antes, a llevarles la sartén con la que me quisieron matar el perro a golpes, y en la 14 me dijeron que eso (estar en el fondo cerrado de mi casa con un objeto contundente esperando que el perro saliera para matarlo) no es delito.  

No sé, Don Bicho, Usté ve. Me parece que se le escapó la tortuga. Ojalá pierda su cuadro hoy y eso me acomode la tarde que me acaba de descomponer, como el estómago, de leerlo decir cosas como estas.

Si es cierto lo que dicen algunos que prefieren creer que es así, de que está laburando bien, hágalo callado, porque cuando habla es peor que el calcetín.

Suerte en pila, pero calladito, plis. 

Silence is golden. But my eyes still see.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Mejorando el 911



Pensé en ponerle ¡Qué porquería el 911! a esta nota. Desistí porque está lindo el día y no quiero arruinarlo y perder lectores que piensen que estoy hablando mal del Gobierno y sus servicios de Seguridad. Nada de eso.

El once de setiembre no es una porquería, en realidad, sino un día precioso como cada uno que la Vida nos regala, sólo que -en el corto lapso de unas décadas- ha reunido sobre sí tres de las peores noticias que se pueden dar a un ser humano que se precie de tal. Poco puedo decir hoy que no haya sido dicho, pero no puedo dejar pasar una fecha así sin aportar algo.

Hace casi cuarenta años, en 1973, la bestia fascista arrancó de cuajo la frágil y bella ilusión socialista en Chile, una ilusión que podría tener sus bemoles, sus pro y sus contra, sus amigos y no tanto, pero que una mayoría legítima del pueblo chileno había consagrado como propia por la única vía respetable: el voto.

Una de las pocas veces que logré comunicarme con mi Viejo antes de que partiera, le escribí –en el anverso de una tarjeta que repetía la famosa frase del Presidente Allende: SIGAN USTEDES SABIENDO QUE MUCHO MAS TEMPRANO QUE TARDE SE ABRIRAN LAS GRANDES ALAMEDAS POR DONDE PASE EL HOMBRE LIBRE PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD MEJOR.

Allí cerraba yo diciendo:” Y con el tiempo será quizás al fin una alameda donde -también quizás- crecerá el sueño que el mismísimo día en que muriera nos legó un sembrador, toro y guerrero, que quizás (otra vez) por coincidencia se llamó Salvador. Papá: sembremos”.

Mucho mejor lo dijo Pablo en “Yo pisaré las calles nuevamente”, pero yo no soy poeta.

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Demasiada o demasiado poca Prensa tendrá el once de setiembre más brutal de la Historia contemporánea. De él, pues, sólo un deseo: quiera la Vida, Dios o como se llame quien la distribuye, dar paz al alma de todas las víctimas del conflicto brutal que diz que provocó semejante barbarie; incluídas, muy especialmente, las de quienes, devenidos creen que hay algo de bueno en asesinar desconocidos e inmolarse de paso. Será una porquería cruel y vengativa el Dios de los humanos (no en balde está hecho a nuestra imagen y semejanza) pero, seguro, no premia semejante burrada. No quiero yo ser más cruel y vengativo que él.

Por orden alfabético nomás: Paz a los hombres de buena voluntad (y los otros también). Salam Alaeikum. Shalom alejem.

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El once de setiembre de 2003, cuando casi todo el polvo de las torres gemelas había terminado de caer, se tomó el Tren de la Inmortalidad uno de los más grandes tipos (que es mucho más que escritor) que dio este bendito país: Julio César Castro, conocido como JUCECA o, más precisamente, el padre de Don Verídico.

Hombre que supo ser poco amigo de la bulla y el elogio desmesuráu, ahora que dice, el Juceca; así que no vi’andar yo con ditirambos que huelen a muerto y a inutilidad. Su literatura destaca por la creatividad, la frescura, la profundidad en la descripción de personajes y arquetipos y todo eso que puede cualquiera encontrar mejor dicho que por mí tirando una búsqueda en Google. Yo lo quiero recordar, porque se me antoja, por una faceta casi casi desconocida: su lado romántico.

El tipo se enamoró de una gurisa ¿sabe? Y no tuvo mejor idea que decirle esto, que ella cuenta, enamorada hasta la Muerte y después también, en el prólogo del libro “Nadie entiende nada”. Explicándole por qué se animaba a declararle su amor con tal diferencia de edad “… Me dijo que había demorado haciendo varias cosas en la vida, y que ahora que nos encontrábamos, él no podía correr y saltar como los jóvenes que quizás yo conociera. A cambio, tenía que ofrecerme cuentos de fumigadores que, con sus avionetas, dibujarían mi nombre en el cielo. Y entonces veríamos qué otro gil podía ser capaz de hacer eso”.

Le dijo que sí. Taba claváu.

Mire si no va a ser como pa extrañarlo.

Ella y nosotros.

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Mejorando el 911 dije al principio y, hasta ahora, no se ve por ningún lado. Acá viene: por favor, ayudame a hacerlo. Tratá de recordar cualquier cosa buena que sepas sucedió un once de setiembre, ponela a continuación y vamos a ponerle el color de nuestros mejores recuerdos a una fecha que ya estuvo demasiado tiempo de luto.

Empiezo yo:

Un once de setiembre nació mi amigo Agustín. Bolso, pero buen tipo. (Nadie es perfecto :)

SAVAP


miércoles, 31 de agosto de 2011

Censo 2011 - Comunicado del INE y réplica


En la nota anterior decía "si lo que se me informa es cierto no daré mi nombre". Un amigo replicó que los noticieros de la TV abierta habían afirmado (la noche anterior a mi primera nota) que "no se solicitarían datos filiatorios en el Censo", y otros se hicieron eco de esa versión. Mentira.


Copio el primer párrafo de la última página del Formulario que pueden encontrar completo en http://www.ine.gub.uy/censos2011/manuales/Hogares.pdf


"Dígame el nombre y apellido de cada una de las personas de este hogar, comenzando por la/el jefa/e u otra persona de referencia (No olvide las personas mayores ni los niños y niñas recién nacidos)


14.1 N° de persona

14.2 Nombre y Apellido

14.3 ¿Es hombre o mujer?

14.4 Identificación de los informantes


A buen entendedor, pocas palabras. Reitero que no voy a honrar semejante despropósito.


Se me dice que el INE ha hecho público el siguiente comunicado:


"Ante diversas consultas sobre la necesidad de brindar el nombre y apellido de los censados a partir del 1° de setiembre, el Instituto Nacional de Estadística quiere poner en conocimiento de la población los argumentos por los cuales es se considera necesario contar con dicha información".


"Las razones por las que se solicita el nombre de cada uno de los residentes o integrantes del hogar son:


1. Garantizar que no se omite a ninguno de los integrantes. 2. Facilitar la respuesta correspondiente a vínculos de parentesco.


3. Facilitar en suma el transcurso de la entrevista pues no es lo mismo preguntar sobre el trabajo o la educación o lo relativo la fecundidad de Noelia, que si lo referimos a la persona 3. Es muy difícil para el censista como para el entrevistado saber quien es la persona 3.


4. En caso de que esa vivienda sea reentrevistada por el personal de la Encuesta Nacional de Evaluación Censal (ENEC), dependiente del área de Gestión de Calidad del INE, la única forma para pegar con seguridad la información de esta encuesta con las respuestas brindadas al censo, es poder identificar a la misma persona en una y otra entrevista".

Según el INE, "corresponde señalar que todos los censos realizados en el país (1963, 1975, 1985 y 1996), así como el recuento de población que tuviera lugar en 2004, han preguntado nombre y apellido completo, para cada una de las personas censadas".


El Instituto aclaró que al momento de procesar la información "el campo del nombre se elimina y no pasa a formar partes de los campos que se preservan en la base de datos para la generación de tabulados e indicadores".


La Ley 16.616 consagra el secreto estadístico, el que impide divulgar información individual o individualizable. Esto significa que el INE o cualquier otro organismo integrante del Sistema Estadístico Nacional, sólo puede divulgar información agregada y desidentificada


"De más está decir que existe un reconocimiento nacional e internacional del cumplimiento estricto de esta norma por parte del INE de Uruguay", aclaró el instituto.


"Por último señalamos que si el entrevistado a pesar de los argumento señalados, no se sintiera tranquilo y confiado en proporcionar su nombre, no hay inconveniente en brindar un nombre de fantasía, siempre que la persona recuerde el mismo a lo largo de toda la entrevista y para el caso que sea sorteado por la encuesta de evaluación censal para futuras supervisiones sobre el trabajo censal realizado",


Al respecto, un breve y muy enojado punteo:


Es tan estúpida la explicación de por qué se piden los datos personales que no puedo sino insultarme por gastar mi tiempo en dignificarla con un análisis. Pero el tema vale me trague mi calentura y salga a denunciarlo.


Punto a punto y conclusión.


1) Para saber que no se omitió ninguno alcanza con preguntar cuántos son (N) al comenzar y al final ver si están los datos de los N declarados.


2) Si la persona que contesta no puede expresar con claridad los vínculos de parentesco de las personas que viven bajo su techo, no debe contestar. Punto. Y si el INE piensa que todos somos tan retardados como para eso, que se meta el Censo donde le quepa. Si esto no es un intento burdo de ocultar que quieren los nombres COMPLETOS por alguna razón que no expresan (cosa que no afirmo), es un insulto a la inteligencia de encuestados y encuestadores.


3) Para averiguar si Noelia fornica bastante y se cuida bien o no, alcanza con decir Noelia ¿para qué el apellido? Ah, si: para decir la p...romiscua irresponsable de su hija ilegítima la Noelia, don Lappe. Estadísticamente relevante, sin duda.

4) Este punto es pura conveniencia del INE y no sé quién más, que no vale nada al lado de la privacidad de un pueblo.


Si, como se afirma, "en todos los censos realizados en el país (1963, 1975, 1985 y 1996), así como el recuento de población que tuviera lugar en 2004, han preguntado nombre y apellido completo, para cada una de las personas censadas", pues la han cagado y mucho. No me acuerdo ni me importa: antes del 12 de diciembre de 1844 había esclavitud; y no me van a convencer ahora de que era bueno que así fuera, aunque así hubiera sido hasta ese día y yo, por obvias razones, nada haya dicho hasta entonces.


Respecto de que los señores del INE tienen el deseo, la previsión o la exquisita voluntad de eliminar los datos identitarios al momento de procesar la información, no pueden divulgar información no genérica y tienen buena fama en el mundo de los censos, poco me importa nada de y todo eso: no es garantía ninguna de que alguien, con un simple clic, no le mande una copia del "crudo" a cualquiera de los nenes que mencioné en la primera nota.


El último punto es de Ripley y pone el toque de barniz surrealista al calafateo a brocha gorda conceptual liberticida que inspira este mamarracho.


Un detallito nada menor: si el propio INE le dice a la gente que puede falsear su nombre, no es aventurado afirmar se está devaluando el Censo e induciendo a la gente a pensar que puede decir cualquier cosa. Nada lo del ojo.

Otro sí: me alegra el alma que los ocho avisados que sepamos que no es obligatorio dar datos ciertos, tengamos en algún valor la memoria de todas las víctimas de la Stassi, la DINA, el Departamento 5, Inteligencia y Enlace y todos sus pares que en el mundo han sido, y tengamos los huevos como para enfrentarnos al preguntón oficial y desafiarlo con una guarangada podremos decir que somos ELDO LAPPE u ORINA PAREDES (siempre que prometamos acordarnos del nombrete si vuelven a molestar).

En suma: una argumentación irresponsable, infantil, torpe, más que egocéntrica ombliguista; que sólo piensa en la tontería proporcional del Censo frente al riesgo más que cierto a que se expone al derecho a la privacidad de los ciudadanos, vistos los antecedentes de manejo siniestro de la información privada en manos del Estado, e induce a tomarse el Censo o bien como agravio o bien para la chacota.


Además de los responsables de Interior, Defensa y varias otras oficinas clave de Inteligencia, Lucha antiterrorista, Narcotráfico, etc. tenemos un Coordinador de Inteligencia de dudosos antecedentes democráticos y de respeto por la institucionalidad, que -vaya a sabr uno por qué- no responde ante nadie (Parlamento, Consejo de Ministros, Suprema Corte, TC, TCA, ni ninguna sigla o institución pública o privada. Sólo asesora e (imagino) informa al Presidente; y -sin tensar mucho la cuerda- puedo pensar que, cuando se le antoje, no lo hará o empezará a informar a sus amigos de la bandita del Zoo, si es que ya no empezó.

Tenemos un testigo contra los Vázquez (Venezuela) asesinado en Punta del Este, tenemos a Feldman muerto a propósito y declarado loco pos mortem y archivado sin siquiera preguntarse por qué tenía las armas de los bolches de los 70-80 y un arsenal para dos o tres mil combatientes, tenemos un ex miembro de la Policía Secreta cubana dirigiendo el SEMEJI (para mi alegría), denuncias de presencia de dicho servicio en Montevideo, tenemos a la DGI mirando hasta por el agujero de mi ... cerradura... yo qué sé...

Debo haber mirado mucha propaganda pro soviética hablándome mal de la CIA y la DINA, mucha película yankee hablándome mal de la Gestapo, la KGB, la STASI, mucha TV mostrándome a los pueblos de Libia, Siria, Yemen tratando de salir de abajo de la pata de los tiranos políticamente correctos para el MRREE, a Ahmadineyad visitándonos, a Chávez permitiendo oficinas de Hamas y Hezbollah en Caracas y paro por acá porque... no sé por qué , no me siento bien ni tranquilo con la posibilidad de estos nenes sabiendo quién vive en cada casa de este país.

Ya viví con miedo doce años y se ve que no me gustó. Capaz que estoy muy sensible, pero lo prefiero a la desatención y la abulia. Me lo enseñó Bertold Brecht.

Hoy, como siempre, la defensa de los derechos de todos debe llevarse adelante por los que podemos; porque los que no se dan cuenta, no saben o no se fijan, están en la bolsa.


¿No se puede sacar a doscientos de la calle sin violar sus derechos pero se puede empadronar al resto, casa por casa, averiguando profesión, propiedades, hábitos, relaciones, fertilidad, etc?


A cagar todos. Esto es Uruguay, no la Cuba de los hermanitos Castro, la de Batista, la Chile de Pinochet, Alemania Oriental hasta el 89 ni Irán.

No contesto nada y se lo digo a todo el mundo, no para promover la desobediencia sino para que cada uno tenga más datos a la hora de decidir.