miércoles, 16 de junio de 2010

Estertores piqueteros o Cómo citar a Juana de Arco, el Cr. Damiani, a Rapela y cinco más, sin morir en el intento.


La culpa la tiene el Gobierno (siempre). Hoy, este, que es amigo de los K pero no estatiza la transmisión del fóbal.


Hice todo rapidito, pensando en mandarme un cafecito irgrapés y ver el partido do mais grande do mundo frente al representativo de uno de los pocos sobrevivientes del Jurásico ideológico, invisible para su propio pueblo. Terminé. Ahhh. Me senté. Tomé el control remoto. Clic, clic, clic, clic, clic. Como decían Juana de Arco, Luis XVI, Robespierre, De Gaulle y le dijo Zidane al tano que le habló mal de la hermana: ¡MERDE!


En el 12 Silvina Garrate D’ici, indignada, dice que la Alfano tendría que hacerse ver (como si no fuera el leitmotiv de su existir, y no lo consiguiera ya bastante). En el 5, los sucesores (ingleses) de El Viejo (alemán) protagonizan una (otra) serie policial vieja y horrible. En el 4 el filósofo afro oriental Cheng Ghe Morales habla de Kabalah o tal vez de sus cábalas para el Mundial. Como tirar la camiseta no era la primera, cambié antes de que dijera la segunda. En el 10 dos señoras estudiantes universitarias se agarran de los pelos al grito de “idiotaimbécil” extraña interjección en sí, más aún si proferida en Latino neutro.


Así pues, lo único que me queda es escribir. Debí decir pensar y escribir. Igual nadie me cree. Y tienen razón: la verdad es que suelo escribir primero y después ver qué salió. Si lo merece, lo tiro y a otra cosa. Caso contrario, lo “emprolijo” como decía el Contador y “se exprime” al decir de Cantinflas. Estoy “citero” hoy. La edad tal vez, la yerba nueva, el alcohol, el frío...


Extrañamente, no es el caso. Como fui al Doctor y me comí 70 minutos de amansadora, me dio como para reflexionar un poco acerca de la novela épica “Los héroes de Arroyo Verde: crónica de una muerte anunciada pero dilatada”, en cuyo capítulo 2531 parece que un personaje secundario dirá que hay posibilidades de que alguien razonable tome la palabra en una Asamblea de la ídem.


No será hoy, eso es casi seguro, ya que -a estar por las palabras de su Asesor Letrado- lo que se intentará (tras proponer una barbaridad más) es demostrar que es Uruguay el que -además de ser el causante del conflicto- obstaculiza el proceso de solución al bloqueo pues se opone a una fiscalización “imparcial” en la planta de UPM.


Difíciles de empardar el mesianismo y el desajuste a la realidad exhibidos por esta gente, sobre todo para alguien que, como uno, anda a tientas por la vida tratando de entender un poco nomás, no de encontrar la Verdad, mucho menos de hacerla suya y, después del cigarro de rigor, defenderla del ataque de los malvados. A fuer de sincero: si la encontrara, probablemente no la reconocería, y si lo hiciera, seguramente no sabría qué hacer con ella.


Así que, como tampoco me gusta perder, voy a tener que tratar de cambiar el terreno donde se disputa el imposible debate y de llevarlo a alguno en el que me sienta más seguro. Podrían ser Lógica, Institucionalidad, Derecho, Principios.


Varias primeras planas y todos los canales hablaban ayer a los gritos del tema. Me centraré en la de El País, por ser la más espantosa: “PIQUETE: CANJEAN CORTE POR CONTROL EN BOTNIA”. Escuché por allí que el Presidente Mujica y la Cancillería serían proclives a analizar dicha posibilidad.


Como decía Tincho Zabala: Yo, antes de hablar, quisiera decir unas palabritas:


NO – NAO – NON – NEIN – NIET - LO


¿Por qué no? Empiezo por lo más burdo. Dijo el General Rapela en los 80’: “A los ganadores no se le ponen condiciones”. Le fue mal con el juicio de la Historia, pero tenía razón. No es lógico negociar nada más.


Institucionalmente, es absurdo también. Cuando un loco tira el caramelo para comerse el papel, no es de buena gente sino de orates agarrarlo y comérselo. La Asamblea Ambiental de Gualeguaychú es un club de amigos y Uruguay es un país. Un país que intenta ser serio. De primera, decían por ahí.


Si los señores piqueteros no lo comprenden, si osan vituperarnos porque incumplimos aspectos formales del Tratado de 1976 (justo ellos, que llevan tres mandatos de su propia Justicia incumplidos y amenazan con desacatos perpetuos), si acostumbran negociar con sus jerarcas políticos (y éstos con ellos) en téminos de toma y daca, si aceptan aliento y plata de gobiernos tan inmorales como para dárselos primero y denunciarlos luego civil y penalmente por las prácticas antes promovidas, si en lugar de accionar en la misma Justicia con que los asustan amenazan a los gobernantes en los Medios… si todo eso, allá ellos. Todos ellos.


Y acá nosotros. Acá. Del otro lado de los anchos ríos de agua, cultura política, seriedad e institucionalidad que, jodidos como estamos, nos siguen separando de nuestros vecinos.


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Cambio el escenario por el del Derecho. Si el Gobierno argentino se desdijera una vez más y, en lugar de cumplir ahora sí el mandato judicial de 2006, hiciera suyo el planteo piquetero, el respaldo jurídico de reclamar una negociación así sería -por lo menos- discutible; y aceptarla a priori, inadecuado. El Tratado de 1976 y el fallo de La Haya hablan de la conservación conjunta de la calidad de las aguas del río, no del monitoreo argentino de nuestro desarrollo industrial costero ni de los gases que salen de ningún orificio. Es chancho, ilegal e injusto. No ha lugar.


Otro enfoque: Uruguay fue acusado en La haya y sobreseído. A sabiendas de mentir, Argentina dijo que la planta contaminaba. Quedó más que claro que no es así y, fiel al formato prescrito, el fallo dice que la parte acusadora “no pudo demostrar” que la planta contamina en ninguno de los modos que se dijo lo hacía. Los piqueteros insisten en que sí. Pues a probarlo y, mientras, a callar.


Otro sí: dudo que el Estado tenga potestades para entrar de prepo en la planta a inspeccionar nada. UPM es una empresa privada, con derechos y obligaciones, una de las cuales es producir bajo un protocolo acordado con el MVOTMA. Es potestad del Ministerio (indelegable, aunque en gesto de buena voluntad pueda ofrecerse realizarla en forma conjunta, como se ha hecho desde siempre) analizar los efluentes donde estos se vierten y sancionar en caso de sobrepasarse los máximos permitidos. Nada más.


Libertad responsable y autoridad legítima y ejercida le dicen. Pero ¿qué le va a enseñar este pelado pecador al Santo Oficio Ambiental, Defensor de la Legalidad Mundial por añadidura? ¡Salva tu alma, Lappe! Besa la Cruz y arde!!!



Del lado de los principios la cosa no anda nada mejor. La comunión con rueda made in UNASUR fue lo máximo que se puede tragar este amansado pueblo sin patalear.


Sé que dicen por ahí que soy medio mal arreado, levantisco y rebeldón, pero eso es porque no me conocen del todo. De puro arrebatado me arrogaré (por vez primera y un ratito) representatividad de la indignación de muchos de mis compatriotas con esta gente y por este tema. De los porteños desde 1811 hasta ahora hablamos otro día.


Algo dejaron en el aire de nuestra tierra los que eligieron irse por el Ayuí para no dejar de ser lo que eran, imprimiendo en el libro de la mejor Historia americana, a huevograbado y color Dignidad, la bella página del Éxodo del Pueblo Oriental.


De principios se trata. Va uno: jamás digo “hay que hacer” lo que no hago. En 1992 la delegación uruguaya a mi cargo recibió de sus pares del “MERCOSUR turístico” la solicitud de preparar el material promocional para la presentación conjunta en la Feria de Sevilla. Un día el Secretario de Turismo de la Nación argentina, don Francisco Mayorga, no tuvo mejor idea que mandar a un colaborador pedirme por teléfono que le enviara lo que tuviera “para revisarlo y poder viajar tranquilo” a la capital andaluza. Esperé pacientemente a que se me bajara la calentura, escribí, borré, mejoré, lo escrito y, camuflado entre bellos giros retóricos muy diplomáticos deslicé un “…terminado el Virreinato, cesó la supervisión bonaerense de los actos del gobierno de este lado del Río”. Fue la única vez que, en siete años (después de ladrarme un “¡¿Cómo le va a decir eso?! ”) vi sonreir al Ministro Villar de “ese” modo. “Síga con lo suyo.” me dijo. Y todo siguió normalmente, sine nulla sanguinis aefussione.


Cierro como empecé, hablando en lenguaje directo, como para que los hermanos insurrectos de allende el río me puedan entender. .


¿Levantar el bloqueo por 60 días a cambio de…? Nooo. Nada. Minga. De acá. Pindonga diría el Señor Presidente si fuera el mismo; si fuera él mismo. No sé si no es, pero sí sé que no puede. Por eso lo digo yo, en nombre de los modestos y molestos habitantes de la Provincia Rebelde, los ingobernables, dijera Latorre.


Uruguay no avisó que iba a construir y el Supremo Tribunal Internacional entiende que no corresponde sanción por eso. Golazo. Festejen piqueteros festejen. La planta contamina aire agua y tierra dentro de lo permitido. 1 a 1. No se reubica 2 a 1. No se inspecciona por dentro, no todo. Mucho a 1. Marcharon. A llorar atrás del biombo.


Y a rajar que hay chinches. Si algún día en su hermoso e institucionalmente arrasado país priva la Ley, los que se queden quietos van a pagar por todo el daño que vienen haciendo irresponsable e impunemente, hace demasiado tiempo.


Y será Justicia.


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