miércoles, 1 de diciembre de 2010

De forma y fondo (2) TALVIé que no, Presidente. Usté ta errao.

Ni bien bajado del avión en el que realizó el viaje relámpago que le llevó a España de la mano del Nuevo amigo de la izquierda, el macró de hombres Francisco “Paco” Casal, el señor Presidente se despachó a gusto en el estilo que ya muchos hasta extrañábamos.


Refiriéndose (presuntamente) a la presentación que viene realizando el Economista Talvi en los Medios capitalinos, ironizó diciendo que los empresarios que participan de una licitación en UTE y que terminarán aportando dos mil millones de dólares en inversiones “deben ser unos belinunes o no le consultaron primero al Economista Talvi”, a quien hace decir que “en Uruguay no hay seguridad jurídica”; tras lo cual le exigió “más patriotismo”. Adelanto: ser patriota, pa este chorizo, es decirle que no tiene razón cuando le erra, y decir que lo que está mal está mal, y lo que está bien, está bien. Lo otro es ser lambón y no me gusta, no por macanudo sino por vago: hay demasiada competencia.


Regresando a mi estilo: dudo que el señor Presidente haya tenido tiempo en el viaje de leer la transcripción de las conferencias que viene dando Talvi, de una de las cuales me ocupé recientemente y cuyo contenido es más o menos idéntico al que ha volcado en los demás medios a que he podido acceder. O sea que, lo que tiene como base para denostarle es, seguramente, una versión apurada susurrada por alguno de los alquilones que le rodean en forma permanente y que tanto le han alejado de la realidad últimamente; a estar no por mi opinión sino lo que sus propios fans de siempre (y ex) de los sindicatos y movimiento le reclaman.


También me he referido recientemente al fenómeno de escuchar lo que se dice según de quien viene, y pude presenciar, no sin alarma, cómo dos personas formadas, informadas e inteligentes (y bastante amplias para el medio en que se mueven y del que provienen) como los señores Rubén Villaverde y Esteban Valenti, se pechaban en la Tertulia de El Espectador del jueves pasado, intentando denigrar al mensajero Talvi, sin osar enfrentar el mensaje.


Le erró feo, Presidente. Como a las peras. De aquí a Pando. Algún mandadero le sopló que por ahí andaba Talvi diciendo no sé qué de inseguridad jurídica, y lo que el tipo dice es que –lo que hay, seguro- es un deterioro creciente de la calidad de la democracia. Si quiere, escuche la grabación y, si no quiere gastarse una hora en saber lo que dijo aquél a quien quiso poner en la picota (y quedó Usté con el culo al aire por consejo ajeno, como con los 400 mil dólares de ahorro del amigo Fabregat), me hace el honor y lee lo que escribí, que es más cortito.


Dos, diez o cien mil millones de dólares en inversiones no aseguran más ni mejor reparto (dice el PIT) ni más y mejor democracia (dice Eldo Lappe).


Yo creía que lo sabía lungo, Maestro, de las épocas en que andaba peleado con el capital y abrazado a El Capital; así que no viáser yo quien le enseñe que los empresarios, especialmente los multinacionales y, más aún, los que invierten miles de millones en países emergentes, no son exacta ni necesariamente fans de la democracia.


En China (donde debería seguir su pelilargo ideocorto chambelán internacional) saben que la delicadeza occidental de un chino un voto, menudencias tales como la libre expresión de las ideas o las garantías elementales del ciudadano frente al Estado, tardan más en llegar que los capitalistas salvajes con toneladas de plusvalía expoliada fresquita.


Perdóneme el reto, el lenguaje y la confianza, Presidente, pero aprendí hace añares que el protocolo lo pone el dueño de casa. Así que, autorizau por Usté, le digo, nomá:


No sea nabo, Pepe. Largue la gilada que tiene alrededor, que lo están mandando al muere.


SAVAP

~(:)

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