sábado, 30 de abril de 2011

Acerca de la Igualdad (en el caso, marital)


Estoy lejos de ser Masón (no soy de recibo), Francés (soy Oriental de 6a generación) y candidato a héroe (si bien a muerto soy número puesto). Me apeno por la apropiación de cosas tan "completamente" humanas como esta sentencia; o los colores que la representan en diversas banderas. Como, de todos modos, me representa tan bien, ahí se queda.


Voy a ir desgranando un texto atendiendo algunas intervenciones especialmente inadecuadas (a mi modo de ver) que se pueden leer en (https://www.facebook.com/VLT690/posts/171335406254011), muro en Facebook del programa de radio "Viva la tarde" que empezó siendo acerca de la presencia de un connotado defensor de la causa homosexual y terminó en ... bueno: lean, no sean vagos.


La primera reflexión es para los cacareos latinistas y reproductivos de uno que diz que sabe que matrimonio es lo que él dice que es. Lo primero que encuentra cualquiera que se moleste un poco más que en leer la Wiki, es que el origen de la palabra no es claro. Luego, que vendría de matris monnium o matreum muniens; lo cual, en cualquier caso, habla de un contrato que asegura ciertas condiciones a la madre (ser "munida"). Así, al parecer, empezó la cosa, porque los padres siempre fuimos medio parecidos, se ve. (Fuente: http://books.google.com.uy/books?id=fPubf_Z7UIYC&pg=PA31&dq=matrimonio++etimolog%C3%ADa&hl=es&ei=W0q8TfOkEMHY0QGlmsG5BQ&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=4&ved=0CDAQ6AEwAw#v=onepage&q=matrimonio%20%20etimolog%C3%ADa&f=false


Todo bien con la Etimología, pero estamos hablando de la vida; o sea eso que sucede mientras estamos boludeando acá.


No todas las parejas son fértiles. ¿Deberían ser despojadas del sacrosanto manto matrimonial por ello? ¿No eran acaso estériles Joaquín y Ana (los padres de María)? ¿No lo era José, esposo de la citada inmaculadamente concebida? Por otro lado: ojalá lo hubieran sido muchas que engendraron algunos de los monstruos que ha disfrutado la Humanidad; pero esos sí que fueron bendecidos en matrimonio, nomás porque eran varón y hembra y pagaron los precios.


El criterio conejil tira por la borda uniones tan santas y respetables como el matrimonio entre estériles, entre personas que no se sienten capaces (o no tienen ganas) de traer al mundo y criar hijos, entre veteranos enamorados. ¿Quién le dio a los preopinantes la acreditación de Pontífices que los acredita para decir que el matrimonio tiene como único objetivo la reproducción? Eso es creencia eclesiástica pura y dura. Por las dudas, yo sé que la Teología de la Liberación no les debe ir muy bienm, pero al menos podrán reconocer que Savonarola murió, tuvieron que cerrar el Santo Oficio de la Inquisición y Juan Pablo segundo reconoció que Galileo tenía razón.


Reflexiono y, agradecido, me alegro de que (gracias a Dios y a los impíos Masones) Iglesia y Estado estén en alejada armonía en Uruguay, porque no quisiera tener que esperar 400 años para que se den cuenta de que tienen que cambiar algunas cositas.


Por otra parte, la Real Academia asegura que el matrimonio es la reunión formal de mujer y hombre; o sea que el tema se lauda solo y no hay que reclamar la legalización del matrimonio homo sexual (mono genérico sería mejor) sino un marco jurídico que dé a los contrayentes idénticos derechos y obligaciones que a los hetero. Nomásqueso, diría el Chavo.


Pero este muro se alejó de un problema con tan sencilla solución para internarse en el terreno del prejuicio y el desprecio lisos y llanos, y a eso dedicaré el resto del espacio.


Estoy completamente de acuerdo con Dionisio Baco en que ni el Sr. Frontán ni nadie debería creer que aquello en lo que sabe, cree o cree que sabe ES la verdad ni (por ende, y mera educación) encajársela a los demás como si fuera Palabra Divina; mucho menos presumir que es superior gracias a ello (o los otros inferiores por no saberlo y/o creerlo). Esta nota es, también, respuesta para su fobia revertida (la palabra es invertida, pero no quise utilizarla para no entreverar los tantos). Allí terminan las coincidencias, Dionisio, y lo lamento.


No voy castigar la caída abrupta del nivel del lenguaje, al cual hay que agradecer que ilustra acerca del estado de ánimo del opinante. Voy, sí, a proponer un intercambio menos vulgar; en el que son aceptables las pocas excepciones que realmente ameritan. Las varias de tus intervenciones vienen bien para desnudar el fondo de lo que he de denunciar, cosa que también sé agradecer.


El nombre no hace a la cosa (y ya volveré sobre eso) pero las palabras tienen alma; y marica, puto y todas las que usaste para referirte al entrevistado y sus pares, la tienen y bien negra. Son insultos y destilan desprecio y el diccionario de la RAE lo deja bien clarito. No hay diccionario de sentimientos, pero no precisa ¿verdad? Cuando le decimos eso a alguien, es feo, muy feo lo que le estamos diciendo.


Imagino dirá el Manual de Buena Moral que para despreciar hay que ser mejor que el otro. Debe ser porque me conozco tanto que termino por no despreciar a nadie, pero ese soy yo y no pretendo ser modelo para nadie. Parece, empero, que es necesario recordarte que estás aludiendo a seres tan humanos como vos, a ciudadanos con tantos derechos y deberes como vos y que, en tanto tales, valen uno como vos; y bien podrían estar tan o mejor dotados intelectual, afectiva, moral o espiritualmente que vos. ¿Qué los diferencia de nosotros como para sentirse tan por encima? Su compulsión sexual, nada más. Una compulsión tan real, natural, válida (y, en tanto compulsión, ineludible) como la nuestra. Despreciá, si querés, sus ideas si te parecen malas, demostrales que están equivocados o, mejor, qué buenas son las tuyas pero, a ellos, habría que empezar por aceptarlos como pares del género humano, con el respeto que sólo por ello ameritan.


Le reclamás a Frontán estar orgulloso de ser puto, que es el masculinizado de puta, la peor calificación que acuñó una Sociedad que se sirve de ellas pero, aristocrática e ingrata, las desprecia. ¡¡ Cuá cuá, paradoja!!


Me surge un par de preguntitas: ¿Cómo puede alguien estar orgulloso de algo que la mayoría desprecia porque le enseñaron a despreciarlo (en el caso, despreciarSE, que es peor)? ¿Vos estás orgulloso de ser hetero? Si lo estás ¿Me podés explicar por qué? Porque no hiciste nada para serlo, no pusiste nada de vos, ni tu esfuerzo, ni tu talento ni nada. Te gustan las nenas y no los nenes. ¿Y? No da ni para un "bien por vos". ¿O sí?


Decís que la Iglesia no se entrometió en asuntos de Estado. ¿De dónde sacaste eso? Preguntale a los Reyes de toda la Historia y, si no te alcanza, por la respuesta del Nuncio en Argentina a los padres de los asesinados la noche de los lápices.


Decías en el muro ... " Creo que la organización original del hombre, no fue a través del Estado, sino de la religión. Con el tiempo, se fueron creando los Estados y se fueron entremezclando roles, entre los líderes religiosos de la sociedad y los líderes políticos".


Y yo creo que Peñarol será Campeón de América. Los hechos dicen otra cosa, pero como es cuestión de creencias... Por favor, Hermano, estás confundiendo Iglesia con Religión, que es como confundir matrimonio con amor. Una es política, poder, la y el otro, relación pura y directa con Dios. Hubo épocas en las que la Iglesia ejercía un poder omnímodo sobre los Estados y las gentes, pero hay una cosa que se llama progreso, que sistemáticamente pone las cosas en su debido lugar, da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.


También decías que "No está mal llamar a las cosas por su nombre, Matrimonio = hombre + mujer. Los homosexuales no tienen cabida en dicha institución".


¿Es esa tu objeción? Llamale "h", pero reclamá conmigo. Te propongo los primeros nombres que se me ocurren al vuelo: Unión conyugal (o sea de dos uncidos al mismo yugo), Unión marital (RAE: perteneciente a la vida conyugal), Matrihomonio, Mariconio civil, Arranche Estéril Legalizado.


Da lo mismo: el nombre no hace a la cosa. Si así no fuera, no se podría llamar de tales a la Santa Madre Iglesia, la Suprema Corte de Justicia, la Cámara de Representantes del Pueblo o el Club Nacional de Football.


Lo que importa no es el nombre de la solución, sino que la igualdad que la Constitución consagra a todos los ciudadanos sea reconocida por la Ley; y se dé a las parejas mono genéricas garantías y responsabilidades idénticas al matrimonio civil existente.


Siendo importante, no es lo más. Lo más importante es que dejemos de sentirnos con derecho a decidir sobre qué hacen los demás con su culo, con su pito, con su vientre y con su vida; y a prohibirles cosas porque quieren tener instituciones "adecuadas a su estado y circunstancia".


¡Qué toupet! diría Beltrán. Acordate cómo terminó.


Ya que parece que Frontán tiene Iglesia y todo, voy a tomar el ejemplo y convocarlos a todos a que sigamos al pie de la letra la cláusula única del Evangelio según San Eldo:


Se puede ser feliz sin joder a nadie ni permitir que nadie te joda. Es sólo querer.


SAVAP



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