jueves, 28 de octubre de 2010

Justo homenaje a Néstor Kirchner, segundo en la nómina de los argentinos hijos de puta que más nos ayudaron a ser país primero y mejores después

En fecha desconocida, Carlos Maggi escribió esta joya, a la que sólo agrego, al final, un cierre alusivo a la coyuntura.

Sarratea y Kirchner: dos santos

CARLOS MAGGI

Nuestra historia del mal que hace bien, empieza con Manuel de Sarratea, un porteño módico, como homicida; no pasó de intentar.

Quiso matar primero a los caciques charrúas y dictó una orden que se conserva:

"Procurará usted convidar para un día determinado a los caciques, principalmente con sus mujeres, cuantos más se puedan, para una función que se celebre en Paysandú ofreciéndoles yerba, tabaco y aguardiente, a fin de atraerlos. Esos renglones podrá usted pedirlos al coronel don Domingo French, que ya tiene las órdenes para ello".

Entre la embriaguez y los festejos, teniendo ya prevenida una tropa apostada, se echará usted sobre todos ellos y sus mujeres, acabando a los que se resistan" (10/10/812).

Al año siguiente, Sarratea atenuó el número de muertos y redobló las pretensiones; asesinó a Artigas, hasta donde pudo.

En sus "Apuntaciones Históricas", Carlos Anaya cuenta que nuestro admirado compatriota, Santiago Vázquez, cumpliendo instrucciones de Sarratea, comisionó al joven Juan José Aguiar para que hablara con Fernando Otorgués y contratara con él, "el trabajo". El trato empezó con el regalo de unas ricas pistolas francesas, a cuenta de mucho oro.

"Otorgués era un hombre lego pero tan astuto, que sorprendía. Se prestó deferente a llenar su comisión y Aguiar anticipó un aviso: mandó un billete con tinta simpática, señalando el día en el cual Otorgués ofrecía dejar el hecho consumado. Don Santiago Vázquez abrió el billete con suma curiosidad, le pasó el líquido para descubrir la escritura, y enterado, exclamó: "Ya somos felices". Montó a caballo y precipitándose cayó al cuartel del general Sarratea, con las albricias de que Artigas (el anarquista como ellos le llamaban) tenía contados los días que le quedaban.

Puntualizo que de la carta y de su abertura y contenido, soy testigo presencial".

"Sarratea recurrió al sórdido proyecto de asesinato contra mi persona", escribió Artigas el 14 de febrero de 1813.

El coronel Ramón de Cáceres, confirma en su Memoria, la versión de Anaya: "Se me había olvidado decir que cuando Artigas estuvo en el Paso de la Arena, antes de la expulsión de Sarratea, Sarratea trató de hacerlo asesinar.

Tuve en mis manos las pistolas que recibió Otorgués; era pariente de Artigas y descubrió la trama, después de chuparle muchas onzas Sarratea".

Para hechos de sangre, no era bueno Manuel de Sarratea, pero como diplomático resultó un asesino completo. A la manera de quien degüella, impuso la secesión de la Banda Oriental, cortándola tres veces de su ámbito virreinal, del cual todavía no pudo arrancarse, por razones de fraternidad y de cultura compartidas.

En 1811, al ser disuelta la Junta de mayo, Sarratea presidió el Primer Triunvirato y desde esa autoridad, pactó con Francisco Javier de Elío, la entrega de la Banda Oriental a la primera invasión portuguesa.

En 1813, frente a los muros de Montevideo, Sarratea fue derrotado y humillado por Artigas que le robó, en una noche, los 2.700 caballos de su ejército; el Presidente volvió a Buenos Aires y lo habían destituido.

Pero hacia 1816, Sarratea que de nuevo flotaba, apoyó la misión de Manuel José García en Río de Janeiro, cuando la Banda Oriental fue ofrecida a los portugueses, que aceptaron la donación e invadieron por segunda vez.

En febrero de 1820, después de cuatro años de resistencia al invasor, la Banda Oriental estaba deshecha y Sarratea, gobernador de Buenos Aires, firma un acuerdo con el caudillo Ramírez, para que se una a Portugal. Seis meses después Artigas, abandona la lucha y entra al Paraguay para siempre.

En 1826, enviado por Bernardino Rivadavia a Londres, Sarratea apoya la tesis inglesa: separar la Banda Oriental de las demás provincias argentinas; y después de un intento de mantener la dominación portuguesa (de nuevo Manuel José García) por fin, se reconoce en 1828, la independencia del Uruguay.

¿Alguien puede negar que Sarratea hizo más que nadie, para darnos la libertad?

El segundo prohombre argentino con el cual tenemos una deuda impagable, es Néstor Kirchner.

El mundo se admira contemplando el comportamiento de nuestra economía en medio de la mayor crisis financiera de la Historia. Junto con China y la India el Uruguay crece y crece, mientras Europa y Estados Unidos tiritan.

Detrás de este fenómeno inexplicable, se levanta la figura de nuestro agresor preferido.

Nos impidió exportar bicicletas; nos negó el crédito internacional para el desarrollo energético; nos impuso el bloqueo en Fray Bentos, no draga los canales de uso compartido; y más allá de todo protocolo, destrata a nuestro Presidente. Pero, ¿cuánto vale que los estancieros uruguayos hayan comprendido que la explotación intensiva requiere tecnología nueva, máquinas desconocidas, asociaciones nunca hechas, mercadeo internacional, inversiones descomunales? Supimos los secretos de la soja, porque llegaron cultivadores huyendo de Néstor K.

En el año 2009, nuestra agricultura superó a la ganadería y el turismo argentino, pese al tapón del puente, también superó al producido cárnico. ¿Quién si no K., está detrás del éxodo del capital argentino y la transferencia tecnológica? Sin persecuciones K., sin sus espías, sus crasas barrabasadas contra el federalismo, sin la erosión diaria de los mecanismos republicanos y democráticos, el boom del campo uruguayo no hubiera sucedido. Un golpe de cultura, despierta más que muchos sacudones.

El ranking internacional de calidad de vida, elaborado por la revista estadounidense "International Living," elige "los lugares del mundo donde la vida es, simplemente, genial". En esa lista, el Uruguay está entre los 20 primeros; y es el más destacado de América Latina. Uruguay goza de la mejor Argentina, asume el virreinato, sin tener que soportar mandones analfas.

Gracias, Néstor.


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PS: Que descanses, Pingüino. Ya no tendrás que cuidar lo que le robaste al pueblo que decías defender de los malos, a los pobres viejos y cabecitas negras que decías representar. Ojalá hayas aprendido algo. No quisiera mi alma que la tuya esté por toda la eternidad golpeando la puerta de la Vida tratando de volver porque extrañas la riqueza mal habida, el poder omnímodo y a tu caterva de lambiscones prepotentes e impotentes.

Guarda Don Satanás, que si lo deja conversar con algunos de sus inquilinos, seguro lo cagan.

PS 2: Me parece atroz que el Poder Ejecutivo y el Senado (con una honrosa excepción) hayan decidido rendirle homenaje a semejante enemigo declarado del país, cuando se lo negaron a un par exacto desde el punto de vista formal del ahora finado, que fue, además, una buena persona, honesto, derecho y que siempre nos quiso y ayudó, como el Gallego Alfonsín.

No interpreto, cito el cierre de las absurdas palabras del Presidente Mujica hoy en Buenos Aires: "Gracias". No en mi nombre. Ni en el de los orientales que sabemos por qué preferimos serlo. ¿Fue a agradecer favores personales? No con la bandera de todos, Señor Presidente. Y si hubiera llevado la de Otorgués, los dos Viejos se levantan y lo curten a patadas.

martes, 26 de octubre de 2010

CADUCIDAD: DE PROFETAS Y LOCOS, TODOS UN POCO


Entrevistado hoy en Diario Sarandí (*) el Senador Ernesto Agazzi desplegó la batería argumental de los promotores de la eliminación de los efectos de la Ley de Caducidad por la vía de la interpretación parlamentaria. No voy a detenerme en los argumentos expuestos (los de siempre), sino en algunas insólitas afirmaciones que desliza el Senador, a quien habría que agradecerle la sensatez y modestia de no haber aceptado ser Ministro porque no le daban los naipes y preguntarle por qué no la extendió a su actual actividad, si el argumento –obviamente- sigue en pie. Cómo será la carreta, si las ruedas son así.


EA: “Es un tema muy sensible … cuando uno lo analiza hace intervenir cosas muy profundas…. Lo personal siempre juega, pero lo colectivo es lo que nos caracteriza.”


Alude a la repugnante manu militari aplicada en Diputados y que pretende se extienda al Senado; y desnuda un planteo colectivista en el que lo político es de naturaleza superior a los valores y dignidad individuales. Evidencia así el Senador ser uno de los que hacen que el Frente amerite el mote de totalitario.


Vale para la Sociedad, como para el Partido: uno y otro son importantes, Senador, pero nada lo es más que el ser humano que los compone. Ni hay, para él, bien más preciado que su Libertad. De conciencia, pensamiento, expresión y acción.


Cuando el periodista le señala que “…está el tema de las dos definiciones por voto soberano y popular…” el Senador estalla en la magnificencia de su dislate, exponiendo hasta dónde llega un ser humano cuando quiere convencerse. Por algo recuerdo siempre lo que leí hace treinta años en “La Historia de Mayta” (aunque no todos lo merecen): “Un político es aquella clase de estúpido capaz de creer en todo lo que puede explicar.”. (sic)


EA: “Permítame profundizar un poquito eso que Usted afirma, porque el dulce de leche no tiene nada que ver con las alpargatas. Lo que se plebiscitó en octubre del 2009 fue una reforma constitucional para anular una Ley. Usted sabe lo que quiere decir eso: arrancarla de cuajo desde el 86 y, en consecuencia, todo lo que se había hecho a partir de esta Ley caía todo. Era un dominó político sobre un tema. Eso es un tema totalmente diferente al Referéndum contra las leyes que se aplicó en el 89… el 25% de la ciudadanía pidió que se hiciera un referéndum para derogar la Ley, derogarla… y en aquel momento los votos no fueron suficientes para derogar la Ley… Me parece que decir que la ciudadanía está de acuerdo con la Ley de Caducidad es una afirmación un poco temeraria… en realidad aquí nunca se ratificó la Ley de Caducidad con un plebiscito (risa) perdóneme el detalle técnico”.

- Pero en el referéndum del 89’ se ratificó la vigencia plena de la Ley, Senador.

EA: “En realidad lo que se preguntaba era si se estaba de acuerdo o no con derogarla”

- Bueno… si uno no la deroga es que está de acuerdo con que siga vigente…

EA: “Entonces usted digamos, en el Parlamento cuando se vota una ley diría: ¿Los que estén por la negativa? Entonces, si la negativa no alcanza dice bueno, en consecuencia es positiva (risa) … está invirtiendo la carga de la prueba”. (risa) …

“En realidad no hubieron votos suficientes para derogar una ley, pero eso es distinto a decir el pueblo está de acuerdo con la Ley. Si el pueblo se hubiera manifestado (porque hay otros países donde se hacen plebiscitos frecuentes por distintas cosas) ahí sí, cuando el pueblo se manifiesta en relación a un asunto y dice nosotros decidimos esto y hay mayoría ahí sí, porque el pueblo lo decidió, pero acá lo que sucedió es que no hubo votos suficientes para derogar algo que el Parlamento había votado…”.


“Yo creo que si hubiera habido un plebiscito donde el pueblo dice que está de acuerdo con la Ley entonces esos argumentos eran válidos, pero me parece que son argumentos que están utilizando los que quieren mantener la impunidad y que no es conveniente sumarse a ese tipo de argumentos porque no es lógico por lo que le explicaba antes”.


No contento con su hazaña paralógica, afirmó a continuación que, quizás, por respeto al mandato popular, el Frente Amplio no considera derogar la Ley.


“… Es por eso que nos planteamos ahora… en función de las (dos) manifestaciones (contrarias) que ha habido hasta ahora, vamos a quitarle a esta Ley que tiene 15 artículos 2 … a través de una interpretación: … que no esté más vedado que la Justicia investigue estas cosas y que el Ejecutivo no le tenga que dar permiso al Legislativo porque eso es inconstitucional… Sin derogarla y sin anularla, por un camino de medio, menos radical, pero que le quita aspectos que a nuestro juicio es sustantivo modificar de la Ley”.


Como ya nadie retrucaba, calentó el pico y sentenció: “Hoy en día no hay en el Partido Colorado, en el Partido Nacional ni en el Partido Independiente ni en el Frente Amplio una posición mayoritaria a mantener la impunidad en el Uruguay. Francamente. Yo tengo mucha confianza en los Partidos políticos que conforman la institucionalidad uruguaya. Nadie está de acuerdo de que haya una ley de impunidad en nuestro ordenamiento jurídico. Y creo que si le preguntáramos a la ciudadanía si está de acuerdo con que haya impunidad en el Uruguay mi convicción es que diría que no porque todos los partidos políticos están en desacuerdo”.


Termina la nota volviendo a argumentar en contra de la Ley, quien quiera escuchar más de lo mismo de 89’ y 2009, ahí está la grabación. Yo trataré de analizar las citas.


Vamos por lo primero: decir que el pueblo nunca dijo que quería mantener la Ley de Caducidad es un despropósito, ya que es, sin duda, la Ley más respaldada de la Historia de la Legislación uruguaya. También la más repugnante y rechazada por buena parte quienes la hemos mantenido en pie, pero ese es otro tema. Quien quiera saber qué pienso de la Ley, del Referéndum y el Plebiscito cuyos resultados la mantienen viva y con rango constitucional, no tienen más que leer los artículos respectivos en el Blog. http://eldo-lappe.blogspot.com/search/label/Actualidad%20Pol%C3%ADtica%20Uruguay;%20Ley%20de%20Caducidad



Decir que le gente está de acuerdo con la Ley de Caducidad no es temerario: es verdad.

Temerario sería decir que le gusta.


Lo demás que dice es espantoso. La pirueta retórica para decir que le gente no dijo lo que dijo, es contraria a la lógica más elemental; de recibo en el boliche o en reuniones de iniciados, pero no entre gente inteligente, por más que la quiera disfrazar de exquisitez técnica. Lógica de Primero, Senador. Se lo explico con ejemplos sencillos, alejados de lo opinable para no complicar.

1) 1) Llegan un doctor y su ayudante. El primero revisa concienzudamente al paciente y hace un gesto que el asistente no consigue interpretar. Entonces le pregunta: ¿Está vivo? - No. A estar por su razonamiento, el paciente está vivo. - ¿Cómo va a estar vivo si dije que no, se preguntaría el médico? Es que nadie te preguntó si estaba muerto. Cuando te pregunten y digas que sí, estará finado. Mientras, no.

Yo creo que, de puro burro, el muerto no volverá, por más interpretaciones que le hagan de lo lindo que es vivir.


2) Pregunta el cura a una dama: ¿Aceptas como esposo a Ernesto? - NO, es la respuesta. Usted diría: bueno, no me acepta pero no dice que no me toma, recibe o ama, así que ¡estamos casados! Tan tán ta tán!!!


¿Me expliqué claramente? Si me preguntan ¿quiere derogar la Ley? y digo NO, la lógica elemental dice a gritos que NO quiero que la deroguen, que quiero que la dejen como está. No que la quiero, que me gusta, que estoy de acuerdo con no sé qué o que soy un hijo de puta amigo de Gavazzo. Por las razones que se me antoja, la quiero así. Vigente. ¿Ta? No es tan difícil.


Parece que sí, porque -queriendo encajarme el chancho como Cacho en el Castillo- me vuelven a preguntar: "Ahora que el lobo no está, esa Ley que hace veinte años quiso que se mantuviera, ¿la quiere anular? si no es SI, por rosa que sea, la respuesta es no. NO la quiero anular, la quiero vigente.


No hay que ser muy vivo, Senador, ni adelanta darle vueltas. La mayoría de la ciudadanía (incluyendo muchos frenteamplistas) prefirieron dos veces que la Ley siguiera vigente. No quisimos derogarla ni anularla. ¿Cómo se atreve, entonces, a venir con argumentos de abogadito barato a decirme que no dije lo que ya dije dos veces, y querer convencerme de que que no lo dije porque nadie me preguntó lo que usted dice que hay que preguntar? ¡¡¡ La quiero vigente, carajo!!!! Eso me preguntaron y eso contesté. Y si quieren, voy a la OEA y les explico cómo fue el proceso y por qué.


Se rió varias veces en la entrevista, sin que hubiera motivo; y no es Usted la mar de simpático. (Mirá quién habla). Interpreto, ahora yo, que está divertido creyendo que encontraron (como con la anulación) un intersticio por donde colar su voluntad en contra de la mayoría, cosa que nunca le importó, a estar por sus antecedentes foquistas. No se ría más, Senador, o me va a sacar el lugar de parecer el más estúpido del mundo escribiendo cosas que nadie lee ni a nadie parecen importar.


No hay artilugio que valga. Todavía queda gente con huevos en el Frente como para pararse frente al malón y decir, como Oribe (al quien el Viejo Herrera le afanó la fama repitiendo la frase) “ni me callo ni me voy”; y actuar como decía Seregni: “Hay que pensar lo que se dice, decir lo que se piensa y hacer lo que se dice”. ¡Ay, General! Cuídese de los ultras, le dijo Salvador. Y tenía razón: a él lo terminaron haciendo matar.


Perdón por tratarlo de estúpido, Senador; dos veces para peor. Está mal y me disculpo. Usted no es estúpido: está enfermo. Delirio lógico político le diagnostico. Puede parecer broma, pero cito del Diccionario de Enfermería (**) (pág. 217): "Delirio lógico: Después de una fase de perplejidad y duda, aparecen las convicciones delirantes basadas en las interpretaciones. La percepción es exacta pero el concepto es erróneo”. (sic) Falta el "entre 1985 y 90" nomás, y es un libro de Historia reciente.


La percepción es exacta. Si agarramos a cualquiera en la calle y le preguntamos ¿te gusta la impunidad de torturadores y asesinos? salvo que hagamos la encuesta en la puerta del Club de Fans del Marqués de Sade, la mayoría va a decir que no, pero no porque los partidos opinen que no: PORQUE ES HORRIBLE!!! Es como preguntarle a la gente si le gusta sufrir. Es verdad, pero el concepto es erróneo: no por saber eso voy al Parlamento, le saco a la Vida los artículos que me parece a mí que hacen infeliz a la gente y decreto la felicidad vía Ley interpretativa. LQQD. Tas delirando, Ernesto. Lógico. Político.


¿Así que en la oposición no hay mayorías para mantener la Ley (y con ella, también, la impunidad relativa que habilita)? ¿De dónde saca las estadísticas, Senador? Si se las cobran, lo están afanando. Acá no delira: afirma pero no sabe. Cree. Es un creyente, un fanático, profeta de Pare de Votar. Juicio y Castigo sin jabón de la descarga. Salva tu alma, amigo de la Impunidad.


¿Así que ahora resulta que como ustedes respetan lo que dijimos dos veces (aunque dice que no lo dijimos porque no nos preguntaron) no derogan ni anulan sino que “de quince partes que tiene el cuerpo le sacan nomás que dos (cerebro y corazón)? No derogan porque no les interesa la OEA sino la revancha, y derogar no tiene efecto retroactivo. No anulan porque no se puede y hasta Usted ahora (aunque no en la Campaña) dice que era un disparate, un dominó jurídico.


Por favor, no subestimen a la gente. No vendan liebre si lo que tienen es gato. Ya tiraron el gato arriba de la mesa. Dos veces; y no lo pudieron vender. Respeten al cliente. No me tomen por gil, se los ruego, diciéndome que es porque al decir que me gusta la liebre no dije que no como gato. Tírenlo de nuevo, a ver qué pasa en el Parlamento. Si ganan, quiero ver qué dice la gente en 2014.


Faltándole así el respeto, difícil que sea Tre !!!


SAVAP


(*) o26-10-2010 - 1:32 HS en adelante en la grabación, disponible en http://sarandi690.com.uy/programas_ver_ea.asp?dia=26&mes=10&ano=2010&idPrograma=4


(**) http://books.google.com/books?id=TiSWuD4KPbYC&pg=PA217&lpg=PA217&dq=delirio+l%C3%B3gico&source=bl&ots=6xqB2B8Hfn&sig=3A1perDi-9x83xyC1KOfbxf8a9M&hl=es&ei=sRPHTLisNsL68AbtmOCjDw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CBQQ6AEwAA#v=onepage&q=delirio%20l%C3%B3gico&f=false


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lunes, 25 de octubre de 2010

Nuevo intento, viejas prácticas

En estos días, la Cámara de Diputados aprobó 50 a 49 el proyecto de Ley interpretativa de la Ley de Caducidad que implica lisa y llanamente imponer en forma inconstitucional la malograda anulación de la misma. Un solitario voto de diferencia (obtenido ya sabemos cómo) para zanjar semejante entuerto. Todo un síntoma.


Nunca fui anti frentista, como no soy anti colorado o anti blanco. Ni siquiera soy anti bolso y, en mi caso, ya es decir. Me parece que las buenas personas inteligentes debemos ser pro y no anti. Si nuestro pro se opone a otros pro, bravo: de la antinomia respetuosa de las partes surge, casi siempre, una síntesis, casi siempre mejor. Además, mi vida es demasiado valiosa y mi capacidad de hacer demasiado poca para malgastarlas en ser reaccionario y oponer en vez de proponer.


Le exijo sí al Frente una elevación de miras y acciones aún mayor que a los otros Partidos, porque durante años compartí (y otros tantos sufrí) su discurso opositor trasnochado, insoportablemente exigente y presuntuoso de virtudes y actitudes que rápidamente se demostraron falsas o impracticables ni bien sumergidos los Robespierre criollos en las miasmas de gobernar.


Como hombre libre, pensador e independiente me siento en el derecho de hacer señalamientos cada vez que el Frente exhibe actitudes abiertamente contrarias a los principios que rigen la convivencia democrática. Hoy la aplanadora parlamentaria más pobre que se conciba (mitad más uno) vuelve a imponer su brutalidad, con una innovación que la hace aún más ruin: el mandato imperativo.


La vieja práctica totalitaria, impuesta en la ocasión por una mayoría circunstancial en la Mesa Política (que no por el Congreso, máxima autoridad, bien que tampoco representativa de su electorado) obligó a los legisladores frentistas a votar algo que repugna a más de la mitad de la población (y de sus representantes en el Parlamento); y es un bozal inmundo que descalifica a la fuerza política que la aplica.


Se supone que son los progresistas, muchachos. Los fachos son los otros.


Me comprometí un en el artículo anterior a ya no señalar las incoherencias en que incurre el Frente en prejuicio de su discurso presuntamente impoluto. Sin embargo, mi compromiso no me impide señalar sus desvíos para con la ética más elemental, como lo es aceptar sólo los resultados plebiscitarios que le son favorables e ignorar olímpicamente (por segunda vez en el caso) los que no lo son. Tampoco me inhibe de decir que cada vez lo hace con artilugios más creativos, retorcidos y peligrosos para el orden jurídico que funda el sistema republicano; y con argumentos más endebles.


Aunque se la oculte tras una nube de palabras, la única intención de este invento es hacer lo que quieren los sectores más conservadores y retrógrados de la izquierda. El eufemismo de la interpretación, da risa. Decir que hay que hacerlo porque la Suprema Corte declaró inconstitucional la Ley, da pena (ya que todo el mundo sabe que lo hizo una vez, y varias antes la había declarado constitucional; demostrando la sabia máxima de la no jurisprudencia de los fallos).


El pretexto del riesgo de la imagen del país por un eventual fallo contrario en un juicio futuro ante la Corte de la OEA se cae solo, ya que para que la legislación VIGENTE no se oponga a lo acordado alcanza con derogar la Ley.


A ningún jurista serio y despolitizado se le ocurre postular la retroactividad de la legislación supranacional; ni siquiera los de la OEA, cuyo prestigio y seriedad como organización es más bien pobre. La Convención de Costa Rica obliga a que los Estados no tengan en su Derecho leyes contrarias a sus contenidos. Bien. Hasta ahora, con 14 años de vigencia de la Ley, no nos sancionaron. Si la legislación respeta ese mandato hoy, en el presente (no en 1986, cuando la Ley surtió definitivamente su efecto), la OEA feliz. No así los ultras.


El problema es que la OEA nos va a sancionar igual, porque allí mandan los generosos con plata ajena y los “métomentodo” ideologizados, que exigirán reparaciones tan generosas como las que convencieron a Macarena a volverse Gelman (pese a no fumarse a su mediático abuelito y adorar a sus padres Touriño) y poder así cobrar en Argentina.


Por último: la Corte regional aún no se expidió, como sí la OIT (y dos veces) respecto a los atropellos de la legislación laboral en lo que hace a los Consejos de Salarios y a la ocupación como extensión del Derecho de Huelga; fallos ante los que el Gobierno no se ha mostrado tan apurado por interpretar, anular, derogar retroactivamente. Sensibilidades, que le dicen.


Debo reconocer que la solución de la derogación sería de dudosa constitucionalidad ya que –según dice Korseniak y sabe cualquier burro como yo- las decisiones plebiscitarias tienen valor supra legal; pero un clavo se saca con otro, este clavito desface el entuerto “Costa Rica” y … ¿qué le hace una mancha más al tigre legal oriental?


Costa Rica nada. Mula, y fea. No hay más perro que el del chocolate: el Gobierno no aguanta la presión de los muros ni la de los ultras intramuros. "Sigue siendo injusta". Como la Vida, chicos, como la Vida. Injusto como no darle FONASA a los jubilados porque no se puede. Injusto como querer ganar en la Liga lo que se perdió en la cancha. Pero esto, además de injusto, es indigno.


Tan indigno que los pocos legisladores que le van quedando al Frente que creen que los principios democráticos valen más que la conveniencia política coyuntural y conservan bien puestos los productos de la consorte del gallo, elevaron su voz ante la premura y el verticalazo; forzando a meter una “pesada” que deshonra a los 50 diputados y humilla a los disidentes.


Chapeau para el Senador Fernández Huidobro y algunos de sus compañeros de la CAPL, que anuncian que darán batalla, para el Vicepresidente Astori, que no dudó en señalar lo inconveniente del proyecto y para el Senador Saravia, que honra su apellido y ni se calla ni se va. Su actitud los distingue, no porque esté yo de acuerdo con mantener la Ley sino porque refleja que efectivamente han entendido que las reglas de juego democrático no son juguete y que los representantes del Pueblo eso son, y no monigotes de erráticas mayorías internas partidarias. Es de esperar que el Senador Nin recuerde también su origen nacionalista y no acepte la horca caudina de votar con los pies. Confío más en la ósmosis: de andar con una hija del Cr. Damiani en una de esas se le pega un poco de huevo.


Festejen, compañeros, festejen. Sigue el baile con música de los 60’s. ¿El precio de la entrada? Escupir una vez más en la cara de la gente, hoy sin distinguir si es propia o ajena. No quisiera yo ser uno de los que des-ensobró el SI rosa. Si yo, que no lo hice ni los voté, siento mi dignidad de ciudadano y elector arrasada ¿cómo estarán ellos?


Olvidan quienes así actúan que en cuatro años hay otro plebiscito: el del segundo mandato. La gente es mansa y la oposición no existe, pero todo tiene un límite. Esto no roza: embiste la dignidad republicana de los votantes. Los cultores de la memoria saben que ella existe, pero es su condición morir como el escorpión. Pobres ranas.


Yo no soy voto rana. Ni lo quiero ser. Dije en mis "Confesiones de un políticamente incorrecto" y en "Por qué no voy a votar en blanco" que no podía honrar con mi apoyo a una fuerza política cuya estructura interna es arcaica y anti democrática. Una y otra vez se manifiestan las contradicciones filosóficas y éticas internas del Frente, mucho más graves, para mí, que los disensos políticos que afectan al Partido que gobierna.


La mentalidad es la parte más difícil de modificar de la estructura humana. Sin embargo, creo que viene llegando la hora de que se aplique en su accionar la vieja máxima democrática "Un ciudadano, un voto". Si lo prefieren, el viejísimo, verísimo y uruguayísimo “Nadie es más que nadie”.


Basada en los preceptos ideológicos que sostienen algunos de los grupos fundacionales del Frente que nunca tuvieron votaciones significativas, la Derecha sostiene desde siempre que el Frente no es una fuerza liberal sino totalitaria. La reiteración de actitudes y prácticas políticas brutales como las que nos ocupan hoy, el mantenimiento de la mentalidad que las funda y de las estructuras organizativas que les dan sustento, terminarán por consolidar ese prejucio en el imaginario de la gente.


O por hacerlo cierto; y ninguna de las dos cosas es buena para el Frente ni para el país.


SAVAP